Michelle Garibay: La mexicana que rompe con los estereotipos

“Sueño con ser diputada y senadora, es un sueño muy grande porque no quiero ser la típica política que todos vemos y que odiamos. Si quiero ser así de grande, mi camino tiene que ser igual de grande.” Refiere Michelle, abogada, modelo e influencer.

Antes incluso de entrar a la universidad, Michelle ha tenido que enfrentarse a muchos obstáculos para lograr sus objetivos, sin embargo esto no la ha detenido.

Desde ser galardonada internacionalmente por sus acciones sociales hasta ser parte de la creación de una plataforma para incentivar la participación ciudadana, siempre ha estado en busca de nuevas formas de aportar a su comunidad.

Comienzos

Cuando ella estaba en tercer año de preparatoria fue invitada a participar en el concurso nacional Nuestra Belleza México 2014.

Para este concurso estuvo preparándose durante un año entero, al mismo tiempo que buscaba una beca para estudiar la universidad en el Tec de Monterrey:

“Todos me decían que para qué seguía estudiando, si ya iba a entrar a un concurso ahí me iban a salir muchas oportunidades, pero yo quería entrar al Tec a la carrera de derecho.” Comenta Michelle.

Menciona que su preparación para este concurso fue muy complicada para ella, ya que requería ser muy constante en dietas, ejercicios y que incluso tuvo experiencias con desórdenes alimenticios.

“Bajé 25 kilos en el tiempo en el que estuve preparándome, pasé por temas muy difíciles, tuve anorexia cuando apenas tenía 18 años, estaba muy pequeña y llevar el concurso y la escuela me volvió loca.” 

Una vez llegado el tiempo del concurso, ella estuvo durante un mes en la Ciudad de México. Comenta que fue un ambiente estresante, sin embargo aprendió muchas cosas:

“La experiencia del concurso estuvo padre, pero yo no me veía ahí, así que me regresé a Morelia, al Tec, y aunque muchos no estaban de acuerdo ya que querían que yo fuera artista, me regresé porque yo lo que quería era ser abogada.” Sostiene.

Desde los primeros semestres en su carrera, Michelle estuvo trabajando como modelo en distintos lugares con el objetivo de cubrir sus gastos, ya que su familia en ese momento se encontraba inestable económicamente:

“Modelaba con muchas marcas y artistas, con el dinero que ganaba me mantenía y mis papás me pagaban la escuela, pero hubo un momento en el que pude pagar el semestre y mantenerme, así que desde entonces me mantenía yo sola y mis papás me apoyaban si necesitaba algo.”

En su último semestre, también estuvo trabajando en la firma fiscal Piu Capital en la que comenzó como practicante, pero rápidamente ascendió a un puesto de dirección. 

Refiere que a nivel nacional, la firma estaba conformada por 3000 personas y ella era la más jóven de todos, estando entre las 15 mejores de toda la firma aun sin haberse graduado.

Al mismo tiempo, Michelle abrió su propia consultoría legal que tiene como nombre MGCOCCO y también realizando actividades como influencer dentro de la red social Instagram en su perfil mgcocco. 

Programas sociales

Mientras estaba estudiando, Michelle también tuvo la oportunidad de participar en CESOD, un laboratorio social que se dedicaba a combatir la pobreza en el estado de Michoacán.

Dentro de este laboratorio, ella fue parte de AquaMich, programa con el objetivo de asesorar y buscar financiamiento para las granjas de tilapia del estado. 

Su rol consistía en promocionar el programa para que más personas se animaran a invertir en este.

Con este programa y otras actividades que había realizado desde los 13 años, fue la representante de México en el concurso World Miss University en Corea del Sur en la categoría de servicio a la comunidad, en donde fue merecedora del tercer lugar.

Actualmente, Michelle está trabajando junto con otros compañeros en Creo Morelia, un proyecto que busca traer las mejores prácticas internacionales en temas de tecnología e innovación a la ciudad de Morelia, Michoacán.

Debido a la situación actual generada por el COVID-19, esta plataforma está realizando cursos en línea para que las personas puedan aprender más en el tiempo de cuarentena y crear una comunidad que participe activamente en la resolución de problemas.

Agrega que parte de las responsabilidades que se tienen como profesionistas es el de dar uso de nuestro conocimiento para el bienestar de las personas:

"Somos una generación privilegiada al tener acceso al conocimiento, ahora es nuestro turno de pensar cómo corresponderle a nuestra sociedad, tenemos herramientas tecnológicas para ayudar a nuestros semejantes, para buscar soluciones innovadoras y resolver los retos actuales.” Manifiesta.

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