Pablo Ayala | Opinión | Director de Formación Ética
Alveiro Monsalve, un experto en innovación social, afirma que la cooperación recíproca y la cultura solidaria se convierten en una paradoja cuando en lugar de apuntalar el progreso de los pueblos provocan lo contrario. Va un par de ejemplos para clarificar la idea.
Piense en las bancadas que hoy cohabitan en la Cámara de Diputados y Senadores. Sin importar el color del partido se alían y protegen para deliberar, decidir y actuar para vencer a sus opositores. Para detener la embestida y sacar alguna ventaja, la contraparte debe estar unida.
Ahora piense en un grupo delincuencial. Sea el cártel que sea, este debe mantener una enorme solidaridad entre sí, estrechar sus alianzas y protegerse para llevar a cabo sus fechorías.
Vista de esta manera, la solidaridad se da entre los que hacen el bien y entre los que hacen el mal. Unos y otros se nutren de ella.
La diferencia está en los fines perseguidos. Si la cooperación, la lealtad y el compromiso terminan por provocar un daño al conjunto de la sociedad, entonces la solidaridad deviene en paradoja.
Para superar dicho fenómeno, la solidaridad asociativa debe dirigir su energía a la búsqueda del bien común.
Mediante estrategias de innovación social que satisfagan necesidades concretas, resuelvan problemas con mayor eficacia que las soluciones existentes y produzcan cambios favorables en los sistemas físicos, socioeconómicos y culturales en los que convivimos todas las personas.
Para que el impacto de la innovación social se gestione de manera eficaz, además de implicar y empoderar al público al que se dirige, debe asegurar la escalabilidad, replicabilidad y sostenibilidad a lo largo del tiempo.
Traigo a cuento este asunto porque ante la falta de creatividad, capacidad y frivolidad de la mayoría de las y los políticos de turno, la respuesta a muchos de los problemas que enfrentamos deberá provenir de la sociedad civil organizada.
Un espacio donde además de detonar de manera natural la innovación social, la solidaridad podría dejar de ser una paradoja y recuperar parte del sentido perdido.
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