Deisy López, comienza una nueva etapa como estudiante de la Licenciatura en Negocios Internacionales del campus Monterrey además de ser integrante de la séptima generación de Líderes del Mañana
Tomar acciones en beneficio del medio ambiente a través de la responsabilidad social fue la clave que llevó a Deisy López Návar a convertirse en una Líder del Mañana.
Originaria de Tepehuanes, Durango, Deisy descubrió en el servicio comunitario una pasión que la llevaría a extender una mano de ayuda y solidaridad a los residentes de su localidad.
Esto mediante diversas actividades de apoyo como entrega de despensas, ropa y demás víveres a los más necesitados.
Ahora como alumna de la Licenciatura en Negocios Internacionales, la estudiante busca abrir su panorama y llegar a los rincones más lejanos del mundo con el objetivo de dejar su propia huella humanitaria.
“Siempre me ha gustado conocer la cultura y costumbres de otros lados, por ejemplo, ahorita que voy a estudiar en el campus Monterrey me emociona mucho conocer a toda la gente que va allí.
Entonces me imagino que llevar esa experiencia a un nivel internacional se me hace más interesante aún”, explicó.
Pero antes de saltar al plano internacional, Deisy tomó el compromiso de conocer a fondo y aportar en el cuidado del medio ambiente en su entorno más cercano.
‘Limpiando y Aprendiendo’ es el nombre del proyecto que la estudiante desarrolló en el rancho El Tule en Durango, donde a través de pláticas enseñó a los habitantes a reciclar los desechos generados en su día a día.
“De niña yo vivía en ese rancho de ‘El Tule’, tiempo después cuando ya nos mudamos a Tepehuanes se me ocurrió la idea de ayudar al rancho a través del manejo de la basura.
Sí hay algo que me gusta mucho es la naturaleza, entonces también por ese motivo hice este proyecto para mantener a la comunidad libre de desechos”, señaló.
Otra de las principales características del proyecto fue poder compartir el mensaje del cuidado ambiental, con los niños para desarrollar en ellos una educación apegada a la ecología.
“Además de las pláticas que compartía con las personas del lugar también nos sumábamos a hacer recolección de desechos en algunos espacios del ranchito”, mencionó.
UNA LÍDER CON SENTIDO HUMANO
De padres comerciantes y dedicados ocasionalmente a la ganadería y agricultura, Deisy sabe que el esfuerzo y la dedicación son valores que a la larga cosechan grandes resultados.
“Fue un shock saber que voy a estudiar lejos de casa, pero al mismo tiempo me dio una gran alegría saber que lo haré en una gran universidad como el Tec de Monterrey.
Mis papás están muy felices, también un poco nostálgicos, pero orgullosos de saber que voy a estudiar una carrera”, mencionó.
Agregó que esta nueva experiencia profesional le ha abierto las puertas a la posibilidad de seguir aportando socialmente a toda la comunidad a través de nuevas plataformas y grupos estudiantiles.
“Ya tuve la oportunidad de conocer un poco sobre las cosas y los grupos que hay en el Tec, lo difícil ahora será decidir en cuál de todos voy a participar, pero de lo que estoy segura es que seguiré aportando”, comentó.
El programa Líderes del Mañana otorga el 100% de beca a jóvenes que como Deisy López cuentan con un desempeño académico sobresaliente además de contribuciones en el ámbito social.
Ahora con la responsabilidad de ser una de los 21 representantes de Líderes del Mañana en su séptima generación en campus Monterrey, la estudiante aseguró que otro de sus objetivos será el ayudar a que más jóvenes como ella se sumen a esta iniciativa del Tec, para que puedan concluir una carrera profesional.
“A todos los que hicieron posible que yo pudiera tener esta oportunidad les quiero agradecer por poner su granito de arena, porque esta es un momento que uno no llega a imaginarse.
Es una gran oportunidad que nos dieron no solo a mi sino a todos mis compañeros”, reconoció.
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