El seguir su sueño de convertirse en cantante de ópera, también le permitió a Ahmán Guzmán Acosta cumplir otro: graduarse en el Tec de Monterrey.
El egresado de la Lic. en Administración y Estrategia de Negocios (LAE) recordó que llegó a la ciudad a continuar su carrera musical, pero pudo también estudiar en la institución.
“Fue muy curioso porque yo empecé yendo a Monterrey de mi ciudad porque yo iba a empezar mi carrera como cantante de ópera”, manifestó el originario de Tampico, Tamaulipas.
“Yo empecé mis estudios en la Escuela Superior de Música de Monterrey y al empezar mi proceso, una amiga que estaba en ese entonces en la orquesta me comentó de los apoyos que el Tec estaba dando para los artistas”, señaló el integrante del coro en el campus Monterrey.
Ahmán aplicó para la beca a alumnos con perfil artístico destacado, y así pudo estudiar en el Tec.
Él es barítono-bajo, no muy común en México, lo que valió también para participar en eventos institucionales del Tec y otros a nivel nacional e internacional.
Carrera musical
Además de ser integrante del Coro del Tec de Monterrey, que en muchos eventos acompaña a la Orquesta Sinfónica de la institución, Ahmán extendió su talento hacia otras organizaciones.
Estudia canto clásico en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, y actuó en el Festival Internacional Santa Lucía como parte del Coro en la Ópera de Nuevo León.
También, participó en tours de Andrea Bocelli y de Sara Brightman, así como en otros concursos e audiciones internacionales.
El poder realizar estas actividades a la par de sus estudios fue difícil al inicio, pero a base de organización pudo lograrlo.
“Sí llegué a un punto en donde sí tenía que administrar muchas facetas de mi preparación. En algunos casos, por ejemplo en el Tec, te consideran como alumno, pero luego en otras instancias te consideran como el maestro, o el representante, o el que va a cantar como solista.
“Y poder tener esa noción de saber dónde identificarte en este patrón de eventos sí es lo más importante que he aprendido, o sea no sentirme intimidado por los proyectos y las cosas grandes que a veces vienen, y disfrutar el viaje”, sostuvo.
Otro de sus mayores retos fue que en sus diferentes compromisos como cantante tanto dentro como fuera del Tec le pedían el 100 por ciento de esfuerzo, al igual que sus estudios, por lo que aprendió a compaginar sus diferentes facetas.
“Lo importante aquí fue entender que hay una forma de encontrar un balance y que es normal tener que sacrificar algunas cosas.
“En ese caso a lo mejor no salía tanto a fiestas con los amigos o cosas así, pero yo lo tomé como si fuera una inversión. Una inversión para darme a conocer en el aspecto profesional de mi carrera, que es negocios, en el rango de la banca, donde actualmente trabajo de hecho”, dijo.
Durante sus estudios realizó prácticas profesionales en un banco, y participó en su Semestre i de emprendimiento, con un modelo de empresas para estudios de grabación de música.
Perder miedo a los retos y a las expectativas que la gente tiene en ti, fueron sus principales aprendizajes en la institución recalcó.
“Entonces lo que yo le diría a mi persona que está empezando la carrera es no te preocupes por lo que pase. Van a pasar cosas inesperadas, van a pasar cosas que a lo mejor no te van a gustar o que a lo mejor te van a poner en desventaja.
“Pero, mientras tú hagas bien tu chamba, mientras tú hagas con mucha profesionalidad y con mucha entrega lo que haces, todo va a estar bien y la gente te va a apoyar, el entorno te va a apoyar”, señaló.
Ahmán agradeció a su amiga Heidi Lingow, al maestro Hazael Martínez, anterior director de la Orquesta Sinfónica quien le dio la oportunidad de ser parte del Tec, así como al actual, Roberto Hernández.
También a Eloísa Hernández, Hugo Garza Leal, y Juan David Flores, sus maestros en Arte y Cultura, así como su directora de carrera Dolores González.
Debido a su estilo de canto poco común, también tuvo la oportunidad de tener como maestro a Rosendo Flores, quien cantó en el MET de Nueva York, con Plácido Domingo y en la Ópera de Washington.
El ahora EXATEC es un barítono de grandes cualidades, con una voz profunda y un dominio de la técnica, destacó Roberto Hernández, director de la Orquesta Sinfónica del Tec.
“Es un joven artista que busca siempre la excelencia, es dedicado, perseverante. Se destacó por su participación en eventos institucionales cantando el himno nacional con gran emoción y respeto”, expresó.
En su graduación el pasado 1 de julio, entonó el himno nacional para finalizar la ceremonia.
Ahmán buscará ahora terminar sus estudios en canto y así continuar su carrera musical, la cual pudo expandir en el Tec de Monterrey.
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