Ángela Mercedes García, graduada de Diseño Industrial del campus Monterrey destacó como bailarina en la Compañía de Danza del Tec
Luchar contra la propia mente, sentir los nervios y hacer vibrar los sentidos a través de la danza, son algunas de las emociones que vivió Ángela Mercedes García Peña en su trayectoria como bailarina de la Compañía de Danza del Tec.
Durante sus estudios profesionales en campus Monterrey, la graduada de la carrera Diseño Industrial participó en distintas competencias nacionales e internacionales, entre la que destaca DUMBO Dance Festival, en Nueva York.
“Cuando entré a la carrera todavía no existía la compañía como la conocemos hoy era un proyecto que se llamaba ContempoTec y yo fui una alumna fundadora de lo que es hoy la compañía.
“Fue muy emocionante porque Marcela Salazar quien es la directora de la compañía consiguió oportunidades bien padres una de esas fue la vez que fuimos a Nueva York a bailar en el DUMBO Dance Festival en el 2018”, mencionó.
"Interpretar a Julieta, fue uno de mis mayores retos, eran sentimientos muy fuertes los que teníamos que transmitir a través del baile”.
Ángela formó parte de las producciones del Tec Dance Concert en la puesta en escena Aura en el 2018 y Romeo y Julieta en el 2019 en esta última tuvo la oportunidad de ser protagonista.
“Antes de pandemia me tocó interpretar a Julieta, fue uno de mis mayores retos ya que eran sentimientos muy fuertes los que teníamos que transmitir a través del baile”, reconoció.
La EXATEC fue galardonada como Mejor Bailarina de Concierto y Danza Urbana en la Gala Maldonado 2019.
La gala es una iniciativa del Tec donde se premian a los alumnos más destacados de las áreas de Arte y Cultura en canto, actuación, baile, música y staff.
Además de ser nominada como Revelación Baile de Concierto y Danza Urbana en la Gala Maldonado 2018 y como Mejor bailarina de Danza Moderna en la Gala Borrego 2019 y 2020.
"Uno de mis mayores logros dentro de la compañía fue tener la oportunidad de hacer mi propia coreografía para Tec Dance, esa experiencia me marcó muchísimo”, detalló.
"La danza contemporánea es una forma de baile más libre, me expreso mejor a través de ella”.
Del ballet clásico a la danza contemporánea
Para Ángela la danza contemporánea es una disciplina que requiere constancia, entrega y mucha dedicación.
“Cuando era niña yo quería ser bailarina de ballet, ese era mi sueño porque mi mamá me llevaba a ver el ballet y eso se me quedó muy grabado.
“Pero cuando comencé a explorar otras disciplinas de la danza encontré que el contemporáneo era una forma de baile más libre, me expreso mejor a través de él”, puntualizó.
"La danza es algo que para mí ha funcionado hasta como una forma de terapia".
Me daba miedo pensar en el futuro, añadió, pero el Tec te da todas las herramientas desde la prepa y la oportunidad de estar en los grupos de danza fue excepcional.
“Ahora que me gradué me gusta la idea de seguir en la danza mientras busco crecer profesionalmente con mi carrera”, enfatizó.
Bailar como una forma de expresión
“Siempre he sido una persona muy artística y creo que la danza es una forma de expresión artística muy instintiva”, afirmó Ángela.
La joven atribuyó su incursión a la danza a su mamá ya que según recuerda, desde corta edad la inscribió en clases de baile fomentando así en su hija el amor por esta disciplina.
“Conforme crecía el baile ya no era la actividad después de la escuela, sino que era lo que necesitaba hacer para saber qué es lo que estaba pensando.
"Desde entonces la danza es algo que para mí ha funcionado hasta como una forma de terapia”, comentó.
Una de las etapas que definiría su carrera como bailarina llegaría en el momento que ingresó a la PrepaTec Valle Alto, según relató la estudiante.
“Al entrar a prepa tuve una revelación sobre la danza ya que mis papás me aconsejaban que ya me enfocara en los estudios y dejara el baile.
“Eso me hizo darme cuenta de que dejar la danza no era una opción, yo quería seguir creciendo como bailarina, para mí no era una decisión, era la única opción”, dijo.
Ángela pertenece a la generación número 123 del campus Monterrey, dicho grupo de graduados recibió su título profesional el pasado 29 de junio al 1 de julio en una ceremonia presencial en el Estadio Banorte, La Casa de los Borregos.
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