Compusimos una pieza inédita para participar en el Festival de la Canción 2017.
“Primera llamada”: intento recordar cada detalle de la canción para que salga perfecta. “Segunda llamada”: los nervios se sienten en el estómago. “Tercera llamada”: salgo al escenario a interpretar esa canción que nadie ha escuchado antes.
Aquellos ensayos que durante semanas se convirtieron en rutina se resumen a 5 minutos arriba del escenario dispuestos a interpretar con el corazón. Largas horas de prácticas que no sólo se vivieron en mi banda sino en 13 equipos diferentes. Todos conformados por gente talentosísima explotando sus habilidades en instrumentos, voz y escritura. Cada canción con su propia música, letra y arreglos consiguiendo un sello que los marcara: desde baladas, rumbas flamencas o hasta una bachata, que fue mi caso.
Sin duda, lo más fácil para nosotros fue definir el género. Teníamos la idea de crear algo nuevo para un festival de la canción y cuando nuestro profesor nos dijo que él nunca había escuchado canciones para que la gente bailara, dijimos “es nuestra oportunidad”.
Pensábamos que por haber escuchado varias canciones de este tipo podríamos crear una como cosa de todos los días, pero fue mucho más difícil que eso. Había que adaptar los instrumentos y voces para que al momento de ensamblarlos sonaran como una auténtica bachata. La letra fue otro reto; en este caso optamos por representar una discusión entre dos cantantes para ponerle definición al amor.
Las bandas Emergency Pine y Psychodrama se llevaron el título de campeones, y bien merecido. Puedo concluir que fue todo un honor poder compartir escenario con gente única y crear grandes amistades que solo la música y la pasión por ésta consiguen forjar.
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