La depresión causada por la llegada del otoño-invierno, es llamada Trastorno Afectivo Estacional (TAE), el cual puede afectar principalmente a estudiantes y adultos.
Salma Giselle Nakanishi Phinder, profesora y tutora de PrepaTec campus Hidalgo, con maestría internacional en Psicología clínica aplicada, comparte para CONECTA qué impacto puede tener el TAE dentro del ambiente estudiantil.
Es importante considerar, menciona la psicóloga, que estamos ante un trastorno que hace sentir al sujeto incapaz de llevar a cabo su vida personal, social y laboral.
“Cualquier persona puede verse afectada, especialmente los estudiantes, ya que se sabe que este trastorno aparece durante la adolescencia”, asegura Nakanishi.
TAE en estudiantes
El TAE es un conjunto de pensamientos negativos que afectan directamente en la salud mental, emocional, social y física de quienes lo padecen.
“Tal visión o sentimientos negativos de los eventos tiene un impacto cognitivo: afecta nuestra memoria, percepción e imaginación”, complementa la psicóloga.
Las condiciones de la afección varían según el sujeto.
La psicóloga da crédito a que en algunos individuos se pueden exacerbar los síntomas físicos o psicológicos, y en otros los sociales.
"Para comprender el TAE, primero debemos comprender la depresión".
Salma asegura que la parte física puede tener muchos efectos secundarios.
“Cuando no entendemos nuestras emociones o estas no tienen una salida saludable, nuestro cuerpo se cansa de luchar contra ellas”, expone Nakanishi.
Fisiológicamente se puede experimentar pérdida de cabello, falta o exceso de apetito e incluso ansiedad.
“De hecho, a muchas personas diagnosticadas con depresión también se les puede diagnosticar ansiedad”, añade la profesora Salma.
La depresión afecta a todos los tiempos: pasado, presente y futuro.
Según Nakanishi, en el apartado social, el trastorno puede disminuir la capacidad social y las interacciones de los estudiantes.
Añade que una de las características de la depresión es el aislamiento social.
“Los estudiantes pueden estar más inclinados a dejar de participar en actividades sociales o interesarse por los amigos debido a su escasa motivación”, comenta Salma Nakanishi.
¿Cómo identificarlo?
Salma menciona que una de las partes más difíciles para identificar a una persona que lo padece es que, en su mayoría, los síntomas están interiorizados, son sentimentales y no conductuales.
“El mejor acceso que tenemos a los sentimientos proviene de la información verbal que el sujeto proporciona sobre sus estados de ánimo”, comparte la psicóloga.
Según ella, una de las claves para identificar dentro del entorno estudiantil a un amigo o ser querido que se ve afectado son los arrebatos emocionales.
Esto es, cuando el sujeto se encuentra en la necesidad de expresar sus emociones y lo hace de una manera no saludable.
Otros de los síntomas puede ser el sueño excesivo o falta de sueño, añade Nakanishi.
Dado que este síntoma es muy visible en horario escolar, la psicóloga nos sugiere hacernos las siguientes preguntas:
¿Se está quedando dormido en clase?
¿Está cansado a menudo?
Por otra parte, la profesora recomienda prestar atención a cambios en la apariencia física, retraimiento o aislamiento social.
¿Cómo afrontarlo?
“Existen diversas estrategias y herramientas que se pueden implementar para mejorar el manejo de este trastorno”, asegura Nakanishi.
La primera estrategia que sugiere la psicóloga es hacer ejercicio de forma constante y mantener una dieta equilibrada.
La segunda recomendación es implementar el mindfulness, una técnica de meditación que, al realizarse correctamente, permite reducir la ansiedad y depresión tanto en los estudiantes como en los adultos.
En tercer lugar se aconseja llevar un diario de gratitud lo cual, según la profesora Salma, ha demostrado ser beneficioso para tratar la depresión.
Estamos ante un trastorno que hace sentir al sujeto incapaz de llevar a cabo su vida personal, social y laboral.
“Una sugerencia personal es llevar un diario de ‘metas y logros’, algo que utilice durante todo el año, no solo durante el período TAE”, añade la psicóloga.
Nakanishi explica que este diario, sirve para registrar los logros pasados y metas futuras que le recuerden al sujeto las cosas positivas que ha alcanzado, y así poder lidiar con la desesperanza.
La depresión y el TAE
“Para comprender el TAE, primero debemos comprender la depresión”, asegura Nakanishi.
Una de las principales causas mundiales de discapacidad según la OMS, es la depresión, la cual afecta alrededor de 350 millones de personas, en su mayoría mujeres.
No existe una causa exacta para el TAE, la falta de evidencia científica nos impide compartir información como hechos.
La psicóloga aclara que la depresión es un trastorno afectivo en el que los sentimientos negativos afectan a la vida diaria de las personas.
Este trastorno puede interferir por algunas semanas o más tiempo, a lo que Salma destaca que afecta a todos los tiempos: pasado, presente y futuro.
“Una de las cosas más importantes que hay que saber, en mi opinión, es que nuestras mentes no tienen concepto del tiempo”, argumenta la profesora Nakanishi.
Con esto la psicóloga refiere a que cuando un sujeto piensa en un evento, su mente le lleva de regreso a ese momento y con esos sentimientos, su cuerpo revive fisiológicamente esas sensaciones.
Salma explica que el trastorno afectivo estacional o S.A.D., por sus siglas en inglés, es la aparición de un trastorno depresivo durante cierta época del año.
Según la psicóloga, el TAE aparece más comúnmente entre los 18 y 30 años, y se da 4 veces más en mujeres.
El TAE trae consigo síntomas como estado de ánimo deprimido, falta de interés, aumento o pérdida de apetito, insomnio o hipersomnia; hasta otros como sentimientos de inutilidad o culpa, disminución de la capacidad para pensar, y pensamientos recurrentes de muerte y suicidio, entre otros.
“Es importante considerar que estos síntomas no se aplican cuando se atraviesa un período de duelo, ni cuando el trastorno es un efecto del consumo de sustancias.” esclarece la profesora Salma.
Lo que puede ser beneficioso para una persona, puede no serlo para otra persona.
¿Qué provoca el TAE?
La maestra Salma comparte que entre algunas de las causas que proponen algunos estudios, están la predisposición genética a la depresión, dificultad para regular la serotonina y la sobreproducción de melatonina.
“La serotonina o, como algunos lo conocen, ‘la sustancia química feliz', es un neurotransmisor que se cree es responsable de equilibrar el estado de ánimo", aclara Nakanishi.
Por su parte “La melatonina, es una hormona producida que responde a la oscuridad causando somnolencia”, añade la psicóloga.
También explica que, conforme avanza el invierno, los días se vuelven más oscuros y la producción de melatonina aumenta.
Esto igual está relacionado a otra de las causas a las que se le amerita el TAE: la falta de exposición a la luz solar.
"Cualquier persona puede verse afectada, especialmente los estudiantes".
Nakanishi igualmente menciona al “reloj” interno del cuerpo como responsable del TAE, al no adaptarse al cambio de duración del día durante las estaciones.
Salma comenta que existen varios tratamientos para el TAE pero uno de los más comunes es la terapia de luz.
En la terapia de luz se busca reemplazar la luz solar mediante luz artificial.
“Conozco a muchos estudiantes y adultos que viven en países de invierno oscuro, por ejemplo, el Reino Unido o Canadá, que compran bombillas de ‘vitamina D’ “, comparte la psicóloga.
"A muchas personas diagnosticadas con depresión también se les puede diagnosticar ansiedad”.
Finalmente, Salma aclara que no existe una causa exacta para el TAE, y que la falta de evidencia científica nos impide compartir información como hechos.
Con esto añade que no hay un tratamiento único para el TAE, pues lo que puede ser beneficioso para una persona, puede no serlo para otra persona.
“No hay una talla única para todos, por lo que los tratamientos y las características pueden variar de persona a persona”, finaliza la psicóloga.
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