El nuevo laboratorio del Tec: un puente al futuro de los plásticos

El campus Estado de México inauguró el primer laboratorio de Ensayos Fractomecánicos de Plásticos Ingenieriles en la Región Ciudad de México.

Este renovado laboratorio, tiene como objetivo desarrollar proyectos de investigación científica y desarrollo tecnológico que permite comprender y evaluar la respuesta mecánica (o propiedades mecánicas) de los plásticos y materiales nanocompuestos bajo condiciones de impacto con alta velocidad u otras que se asumen como no convencionales.

Además, cuenta con el equipo necesario para la preparación de probetas mediante moldeo por extrusión, inyección, compresión, y su caracterización básica; así como con software especializado para asistir el proceso de diseño de componentes plásticos y su procesamiento.

Durante la inauguración, la Dra. Luz María Calvo Irabién, directora de Investigación en Ciencias Básicas de CONACYT destacó la importancia de este laboratorio de Ensayos Fractomecánica en Plásticos Ingenieriles.

“Es una iniciativa que impulsa el desarrollo del país, el bienestar de su población y el cuidado del ambiente”, resaltó.

Asimismo, expuso a los presentes la importancia de que existan este tipo de espacios como apoyo a la ciencia mexicana en tres ejes principales:

"Uno es el aporte en términos de investigación científica y de la generación de conocimientos innovadores, conocimientos novedosos. El segundo tiene que ver con el desarrollo de tecnologías que pueden aplicarse en diversas industrias por ejemplo: (la industria automotriz). Y el tercer eje tiene que ver, claramente, con la formación de nuevos investigadores o nuevos tecnólogos”, destacó.

Por su parte, la Dra. Andrea Guevara, señaló que este tipo de espacios permitirá a los estudiantes desde licenciatura a posgrado familiarizarse con un material que es muy utilizado en la industria pero que, normalmente, no se aborda en las clases tradicionales de materiales.

“Tenemos pruebas particulares a alta velocidad, hemos trabajado en bloques, por ejemplo, con estudiantes de licenciatura, con diferentes empresas, como BASF.

“Este espacio les permite desde inyectar, hasta hacer pruebas de esfuerzo residuales, y conocer realmente cómo es el comportamiento del material pero en aplicaciones de ingeniería que cuando ellos salgan y trabajen, se van a afrontar en el día a día, sobre todo en el sector automotriz; pero también en otros sectores, como puede ser el de empaque, el de tubería de plástico o cualquier otro producto donde se utilicen plásticos de ingeniería”, concluyó.