La perspectiva humana es más importante que nunca para diseñar experiencias, productos y soluciones que realmente respondan a las necesidades de las personas
José de la O, nuevo director regional del departamento de Diseño del Tecnológico de Monterrey, en la Ciudad de México, explica cómo será la vinculación entre los diseñadores y la nueva realidad que enfrenta la sociedad después de la pandemia del COVID-19.
“De la noche a la mañana surgieron nuevas necesidades en la vida cotidiana de las personas, sólo las compañías y sus creativos que supieron entender estos nuevos paradigmas, pudieron ofrecer antes que nadie soluciones para estas nuevas necesidades.
"No solo productos físicos como cubrebocas o tapetes sanitizantes, sino servicios de teleconferencia, venta en línea y entretenimiento”, asegura.
Como académico de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tecnológico de Monterrey, contribuye constantemente a la difusión del conocimiento y la alfabetización en diseño.
A través de sus programas académicos, ha colaborado con The Cooper Hewitt Smithsonian Design Museum, la división Home Smart de Ikea y otras ONG e instituciones.
“El ámbito del diseño se debe centrar más en la vida cotidiana. Para poner un ejemplo, durante el Covid nos dimos cuenta de lo importante que es estar en casa.
“Muchas personas empezaron a desear mejorar su entorno doméstico y entender necesidades relacionadas con trabajar y vivir en el mismo lugar. Y muchas compañías y sus diseñadores siguen generando productos innovadores para resolver estas necesidades”, detalla.
La pandemia, oportunidad de ir más allá en sus clases
En sus clases, aunque todos sus proyectos se enfocan a Diseño Crítico, los temas van desde entender problemas de la Ciudad de México hasta robots que tocan cumbia o máquinas de manufactura digital que utilizan grana cochinilla.
Es por esto, que durante la pandemia llevó a sus estudiantes a pensar cómo solucionar problemáticas relacionadas a la pandemia y la importancia de generar propuestas para vivir de manera más segura.
“La naturaleza del diseñador es la de solucionar problemas. Y vimos cómo muchos diseñadores y compañías volcaban esfuerzos en buscar nuevos artefactos que nos permitieran vivir de manera segura.
“Los diseñadores no solo generaron nuevos productos, sino que también ayudaron a buscar nuevas maneras de entender los nuevos retos de la “nueva normalidad”, desde diseñar interfaces que combatieran desinformación, diseñar servicios para registrarte al programa de vacunación o ropa más cómoda para estar en casa”, explica.
¿Habrá un nuevo paradigma para el diseño de productos post COVID-19?
El diseño de producto, explica está siempre observando las nuevas necesidades y en teoría, el proceso de diseño tiene la flexibilidad para identificar estos nuevos paradigmas.
“Muchas personas comparan la evolución de los productos con la evolución biológica, donde las características de un producto se ajustan a las necesidades de las personas.
“Si un producto se vuelve obsoleto, estará en peligro de extinción, como los teléfonos de línea fija o las agencias de viajes. Al final el resultado varía pero el proceso de diseño es bastante similar a través de los años”.
“Tal vez un nuevo paradigma en la manera de pensar cómo generar soluciones es ir más allá de lo humano y reconocer que otros entes en la naturaleza también tienen agencia”.
¿Cómo serán estos nuevos escenarios de diseño?
La forma en la que nos relacionamos con los objetos, y muy especialmente la manera como interactuamos con ellos, será clave para la definición formal de los nuevos productos que se diseñen, refiere.
“El diseño tendrá que contemplar el impacto que se genera al estar centrado en las personas y no en el entorno. Discutimos algo parecido en el el podcast Fuera de Contexto platicando de territorios post-cualitativos”.
Para finalizar, el profesor explica que los materiales jugarán un papel importante porque estos buscan que se adapten a las nuevas necesidades.
“Los materiales siempre juegan un papel relevante, desde que se inventó pasando por el plástico y ahora con los bimateriales, materiales circulares o materiales inteligentes.
“Siempre buscamos un material que se adapte a las nuevas necesidades no sólo inmediatas sino en su impacto”, concluyó.
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