Por qué adelantarlo?
Todos esperamos con ansias el Día de la Candelaria, una más de nuestras tradiciones, en la que nos preparamos para disfrutar de unos ricos tamales acompañados de atole con nuestra familia o amigos. En esta ocasión el departamento de Liderazgo y Vivencia Estudiantil decidió adelantar esta celebración ante las bajas temperaturas que se hicieron presentes en la Ciudad de México y consentir a los alumnos con un rico desayuno.
Sabemos de dónde viene realmente esta tradición?
Una vez que ha finalizado el periodo navideño, nos reunimos en familia, con amigos o compañeros de trabajo para cortar la famosa Rosa de Reyes y todos sabemos que si nos sale el muñequito (Niño Dios) en la Rosca, debemos prepararnos con tamales para el Día de la Candelaria y disfrutar la tradicional tamaliza.
Esta celebración tiene orígenes prehispánicos y católicos pues en aquella época, los habitantes de los poblados llevaban a la iglesia mazorcas con el fin de que estás fueran bendecidas para posteriormente sembrarlas y obtener una buena cosecha, este ritual que hacían nuestros antepasados, junto con el 2 de febrero que de acuerdo al calendario azteca era el primer día del año y lo celebraban en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl, coincidió también con el día en que se presentó al Niño Dios ante el templo de Jerusalén.
Por qué comemos tamales y atole en vez de otro platillo?
La razón es muy sencilla, los tamales se preparaban desde la época prehispánica para las ofrendas que se hacían a los dioses a base de maíz como un alimento esencial. Hoy en día esa tradición sigue, pero ahora como una ofrenda también dedicada al Niño Jesús.