El derecho a la salud no solo significa una ausencia de enfermedades, sino un bienestar físico, mental y social, así lo explicaron los expertos Emilio Rabasa e Iliana Rodríguez, profesores de derecho en el Tec de Monterrey Ciudad de México.
“Hay una perspectiva de derecho de salud como un derecho fundamental que parece inalcanzable porque el precepto de la OMS es amplio, no es solo la ausencia de enfermedades, sino un bienestar físico, mental y social.
“Existe una incapacidad de los Estados para proveernos los derechos de seguridad al tratar de atender el derecho a la salud”, dijo la doctora Rodríguez Santibáñez.
El especialista explicó que existen grupos vulnerables que requieren una atención diferenciada y los cuales han sido afectados durante la pandemia causada por el COVID-19, además agregó que se deben introducir cambios que favorezcan a esta población.
Derecho humano de los pacientes y servidores de salud: personas que están dado su vida para cuidar a los enfermos de COVID-19 y que no han sido valorados, reconocidos y respetados.
Derecho a la salud a personas mayores: los que requieren cuidados especiales por padecimientos crónicos y por su edad.
- Derecho humano de las mujeres: están pasando por una situación crítica de violencia intrafamiliar.
- Derecho humano de pueblos y comunidades indígenas: Está diezmando el COVID-19 a los indígenas y crece la cantidad de muertos.
- Derecho humano de los migrantes: las personas que están en tránsito y que no han podido detener su movilidad a causa de la pandemia.
- Derecho humano de grupos minoritarios: Las comunidades afrodescendientes, discapacidad, LGBTI y personas en situación de calle.
Por otra parte, Emilio Rabasa expresó que en México existe una desigualdad social que implica que la pandemia se viva de manera diferente, mientras que para unos el confinamiento es sencillo, para otros significa quedarse sin ingresos mínimos para sobrevivir.
“No nos ceguemos ante el hecho que muchas sociedades, desde luego la mexicana, están desgraciadamente enfrentando esta pandemia en un estado de desigualdad social y económica y por lo tanto podrá ser relativamente fácil el encierro para mucha gente, pero para la gente que vive al día, no le es posible el confinamiento.
“Necesitamos encontrar una manera inteligente por parte del Gobierno y sociedad para que se manejen las dos variables armónicamente y no que la reactivación económica venga a reactivar nuevos brotes que afectan la salud”, comentó.
Luego de un par de crisis de salud en China como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), Iliana Rodríguez comentó que el gasto público dedicado a la salud en ese lugar, se incrementó, mientras que en Latinoamérica, la inversión a este sector es mínimo.
“Si se revisa el gasto público de los Estados, en China hizo grandes inversiones en medicina para tener ciudadanos más sanos y mayor capacidad médica para reaccionar.
“Si nos vamos a América, tiene un México que no llega a un tres por ciento, Cuba el 10 por ciento, Venezuela el dos por ciento”, expresó la experta.
Finalmente, los expertos dijeron que enfrentarse a este tipo de problemáticas es complicado para países como México y que esperan que una de las enseñanzas sea el reconstruir un nuevo orden multilateral con respuestas eficaces ante los problemas de salud.
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