Economía feminista: la construcción del bien común

La perspectiva de género implica tomar conciencia de la discriminación estructural hacia las mujeres en la sociedad.

Ante ello, las economistas Milena Dovalí y Daniela Servín dieron una conferencia sobre la economía feminista, en el Tec de Monterrey campus Ciudad de México.

Las economistas mostraron con datos duros la gran diferencia, o brecha, que existe entre el salario de un hombre y el de una mujer. 

Afirmaron que esta brecha se crea por distintos motivos, pero principalmente por discriminación.

Las mujeres están concentradas en empleos con salarios bajos, porque, teniendo que cumplir con responsabilidades en el hogar, les dan horarios más flexibles.

El trabajo realizado en los hogares, el cual se convierte en una segunda jornada laboral, suele no tener paga, y es encomendado a las mujeres casi por regla natural.

“Las mujeres dedican 25 horas más que los hombres cada semana a actividades no remuneradas.” Sandra Aguilar, 2018

Además de tener una gran carga de trabajo no remunerado, las mujeres, en general, ganan menos que los hombres.

“Para conseguir trabajo, una mujer casada debe mandar 23.3 por ciento más solicitudes que una soltera; situación que no se observa en hombres.

“El hecho de ser madre impacta mucho, ya que, tras tener hijos, las mujeres abandonan la fuerza laboral, haciendo que pierdan experiencia laboral por una lenta reincorporación”, mencionó Milena Dovalí

Daniela Servín recomienda la creación de distintas políticas para reducir la discriminación laboral:

1. Invertir en escuelas de tiempo completo.
2. Promover la participación de los hombres en el trabajo doméstico.
3. Desarrollar un Sistema Nacional de Cuidados.

El feminismo tiene como desafío buscar soluciones económicas y políticas que socaven la diferenciación de género y que ayuden a revalorizar culturalmente el rol de las mujeres.