La búsqueda de la felicidad en el teatro

“Cuando lo haces por pasión, no hay nada ni nadie que te detenga”

- Darwin Enhaudí

Darwin Enhaudí Castillo López es actor, director de escena y docente del taller de teatro y el representativo de teatro en el Tec de Monterrey campus Chiapas.

Es egresado del Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y fue el primer chiapaneco en ser admitido y egresar de dicho Centro.

En entrevista exclusiva para CONECTA, habla acerca de su trayectoria artística y sus recomendaciones para dar certeza a los estudiantes que todavía no saben qué estudiar y tranquilidad a sus padres y madres.

Darwin es originario de Motozintla, un municipio de Chiapas ubicado a casi 300 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, la capital.

Cuando él estaba en la Secundaria, tuvo la oportunidad de tener un maestro de teatro y para él era extraordinario que alguien que fuera de Motozintla haya estudiado teatro y además diera clases.

El participar en el taller de teatro fue decisivo para su trayectoria en las artes escénicas, pues explica que las cosas que su profesor les enseñó y cómo les transmitió esos conocimientos lo marcó profundamente.

Sin embargo, antes de tomar la decisión de dedicarse de lleno al teatro él quería ser locutor de radio, porque se sentía seguro detrás de los micrófonos y le daban la confianza en sí mismo que normalmente no tenía.

No fue hasta la universidad que se integró a un grupo de teatro impartido por Rebeca Rosales, su profesora de Lectura y Redacción, con quien se siente enormemente agradecido.

“Cuando yo tomé las clases (de teatro), sentía que era el lugar donde yo estaba seguro y era feliz y todos mis temores e inseguridades comunes de un adolescente desaparecían.”

Poco tiempo después, participó entre otras 200 personas en la convocatoria para formar parte del CUT de la UNAM y fue uno de los 12 seleccionados.

Más recientemente, fue mentor de César Acosta y Emilia Tapia, primeros lugares del Festival de la Cultura y las Artes del 2019 a nivel Nacional y Regional, respectivamente.

La primera obra que presentó fue “Dolores o la felicidad” de David Olguín a los 18 años, una obra que consiste en la búsqueda de la felicidad, algo muy parecido a lo que le sucedió desde sus primeros encuentros con el teatro.

A pesar de que su trayectoria en el teatro ha sido “suave”, como describe Enahudí, no ha estado exenta de retos y obstáculos que ha tenido que superar.

Al mismo tiempo, también menciona lo siguiente: “Cuando lo haces por pasión, no hay nada ni nadie que te detenga y el dinero siempre llega, si esa es una preocupación, el dinero llega porque lo haces por amor, por pasión y porque te hace feliz.”

“Lo que importa es que descubran su deseo. ¿Quieres ser el mejor doctor? ¡Órale! pero sé un doctor sensible, empático y que reaccione al contexto, porque Chiapas (y México) necesita gente que haga las cosas para el colectivo.”

“Cuando el motivo sólo es tener dinero, se compromete la ética y la moral, pero cuando se hace una articulación entre el deseo y el dinero, el dinero no será un impedimento, siempre habrá formas.”

“Es cuestión de darle espacio al deseo, examinarse profundamente, pero hay que trabajar, no como castigo, a veces las puertas se abren, pero se abren porque tu deseo está ahí.”

Castillo López menciona que el apoyo de la familia es fundamental, sobretodo el apoyo emocional.

“Para mí las emociones son más importantes que el dinero. El dinero está ahí, va a suceder, no pasa nada. El dinero no puede ser una limitante [...], vale la pena equivocarse, porque ahí está la gracia de vivir.”

De igual manera, Darwin invita a la comunidad a aprovechar ahora más que nunca las capacidades y oportunidades:

“Veo talentos en ustedes (los jóvenes), ¡aprovechen todos sus recursos, vayan, explótenlos, llévenlos a sus límites! Si nos equivocamos ¿Qué importa? Hay COVID, [...] La muerte es el único límite real.”

El actor concluye con la siguiente frase:
“El teatro es un acto muy generoso que la vida me dio, me quitó ciertas cosas en la adolescencia, pero todo cobró significado cuando estaba en la escuela (el CUT) y era muy fácil y divertido y me hacía feliz, que era lo que yo quería.”