El proyecto de elaborar los libros de texto gratuitos para el próximo ciclo escolar en cinco días fue un trabajo fuera de la realidad, señala profesor del Tec de Monterrey
Pablo Ayala | Opinión | Formación Ética y Ciudadana
El 23 de abril fue proclamado por la Unesco como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, conmemoración que busca “Fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor”.
Traigo a cuento esta remembranza nacida en 1995, porque su objetivo me hizo recordar la tragicomedia que está detrás de la elaboración de los 16 libros de texto gratuito que la SEP distribuirá en el próximo ciclo escolar a 26 millones de niñas y niños que cursarán desde el tercero al sexto grado de educación primaria.
La historia no tiene desperdicio. Me explico. La convocatoria publicada el 22 de marzo, abierta para quien quisiera sumarse a las huestes de escribanos, contempla seis etapas:
1) Selección y conformación de los grupos de trabajo.
2) Diseño de las secuencias didácticas, proyectos y modalidades educativas.
3) Evaluación de los materiales generados.
4) Edición de los materiales didácticos generados.
5) Convocatoria, selección y capacitación de los creadores visuales.
6) Maquetación de los libros.
Todo esto se dice rápido y fácil, pero en la práctica es todo lo contrario, simplemente porque el tiempo de entrega de los materiales era ridículamente imposible de cumplir: cinco días.
Cierto, mil 882 personas juntas son capaces de escribir en ese lapso de tiempo, pero escribir algo que valga la pena ya es otra cosa.
Si a eso sumamos que no habrá pago de por medio, la misión era tan fantástica como las encaradas por Phileas Fogg en La vuelta al mundo en 80 días.
¿Por qué Marx Arriaga, coordinador del trabajo y director general de Materiales Educativos de la SEP, pensó que esta loca aventura sería posible? Encuentro tres razones:
1) El protagonismo y la subordinación le ganaron a la cordura;
2) Urgía imprimir en la memoria de la infancia mexicana el cuento de que los tiempos que corren son los de una gran transformación;
3) Los libros de texto gratuitos son la vía directa para fabular la emergencia y legado de un, hasta hoy, anodino héroe tabasqueño.
De la calidad (imposible) de los libros hablaré en otro momento.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR LEER:
Notas Relacionadas
Seleccionar notas relacionadas automáticamente
0
Categoría:
Notas Relacionadas
