Héctor Leal | Redacción EXATEC
El actor regiomontano Sebastián Treviño (Licenciado en Ciencias de la Comunicación, egresado en el 2013) acaba de incorporarse a la obra musical El Hombre de la Mancha que se presenta en la Ciudad de México.
“¡Estoy muy emocionado! Es la segunda producción que trabajó con el productor Morris Gilbert y sus obras siempre son del mejor nivel y calidad”, dijo Treviño.
Sebastián interpretará a Tenorio, quien es un prisionero en la cárcel en donde encierran a Miguel de Cervantes Saavedra. Él forma parte del ensamble que significa que es de los personajes que ayudan a narrar la historia alrededor de los protagonistas principales.
“A pesar de que voy entrando a la puesta, la obra lleva ya un año en cartelera. Así que estoy nervioso porque siempre es difícil entrar como nuevo a un grupo ya formado, pero al mismo tiempo es un honor compartir escena con artistas tan talentosos”, señaló el egresado.
El director de esta puesta musical es Mauricio García Lozano, quien ha dirigido producciones teatrales en México en escenarios como El Palacio de Bellas Artes y en el extranjero.
Los actores principales durante la primera temporada fueron Benny Ibarra y Ana Brenda Contreras, y ahora están Ernesto D’Alessio y Kika Édgar, quienes se alternan en los papeles protagónicos, que son Don Quijote y Aldonza.
Sebastián compartió cuáles son sus sueños: “Mi sueño máximo es hacer musicales sobre los escenarios de Broadway. Claro que quiero hacer de todo como televisión, cine, etc., pero cada que regresó a Nueva York y veo un musical de Broadway se me pone la piel de gallina y no puedo dejar de sonreír”.
Originario de Monterrey, Nuevo León, Treviño, quien vive en la Ciudad de México desde hace más de 4 años, donde ha participado en obras como Wicked (2013), además de Eres Bueno, Charlie Brown, (2015) y en el 2016 actuó en Bright Ideas y en ese mismo año estuvo en el musical Rent.
El EXATEC recordó que cuando era niño su papá lo llevó a presenciar el musical La Línea del coro realizado por el Tecnológico de Monterrey y ese fue uno de sus primeros acercamientos con el teatro.
“Recuerdo estar embobado viendo a los alumnos sobre el escenario. Por supuesto que no entendía que eran chavos. Le pregunté a mi papá qué si un día podía estar ahí y me contestó que claro, que eran estudiantes de la universidad”.