Tres protestas en obras artísticas ocurrieron en las ùltimas semanas por activistas contra el cambio climático, Según académicos del Tec en campus Toluca esto no es algo nuevo y se han reavivado las posturas a favor y en contra de ello.
Misael Marín comenta "acciones como el arrojar objetos a obras icónicas se usan para exponenciar una causa; siempre hay una agenda, una razón que después se descubre poco a poco a través del tiempo".
Para Sergio Martínez, maestro en artes visuales, “ las personas necesitan que los reflectores volteen a verles para emitir un mensaje que pueda llegar a muchos oídos, es un medio para lograr un fin”.
Los catedráticos ofrecen un análisis de los posibles significados de estos hechos, algo de su historia, cómo protegen el arte, independientemente del lugar donde se encuentren.
Usar el arte para poner el foco en su lucha
Para Marín hay intervenciones en obras de arte independientemente del lugar en donde se exhiban.
“El arte está en todos lados, en espacios públicos, privados o híbridos. No existe una exclusividad de intervenciones de arte dentro de los museos”.
A decir del profesor, existen dos perspectivas del arte y lo que representa para los individuos y la sociedad.
“La primera considera al arte como la consecuencia de lo que se vive en una cultura, un contexto, espacio y tiempo; y la otra, expone que el arte es proclive de hacer partícipe a las personas de esos mismos momentos”.
Las personas, entonces, pueden apropiarse de estas expresiones para manifestar por un lado, y entender por el otro, lo que está ocurriendo en un momento dado.
"No existe una exclusividad de intervenciones de arte dentro de los museos".- Misael Marín.
Para el profesor Sergio Martínez, el problema surge cuando este tipo de manifestaciones están cargadas de un sentido político, étnico y/o socioeconómico.
Considera también que "el arte no es el asunto central, el patrimonio nunca ha sido lo más importante para muchos”.
Para Marín, el arte es algo accesible, visible y si se parte de ello, se puede entender por qué la gente utiliza al arte para dar otros mensajes ya que, comenta, el arte en sí y por sí, es algo enunciativo.
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En opinión de Sergio Martínez, maestro en artes visuales, los grupos de manifestantes hacen uso de este tipo de manifestaciones como un medio para atraer la atención de la sociedad.
“Necesitan este micrófono, que los reflectores volteen a verles para emitir un mensaje que pueda llegar a muchos oídos, ya que puede ser más contundente, es un medio para un fin”.
Protestas en obras artísticas, un recurso ya usado
En opinión de los académicos del Tec en campus Toluca, las manifestaciones de protesta en obras de arte no es nuevo y comparten algunos eventos relacionados con esto.
En el caso de México, detalla Marín, El Caballito de Tolsá fue intervenido en el año 2019 cuando grupos feministas intervinieron una escultura de Javier Marín y él decidió que no la restauraran.
“Las elegidas son obras icónicas que se usan para exponenciar una causa, siempre hay una agenda, una razón que después se va descubriendo poco a poco”, argumentó Marín.
"Necesitan este micrófono, que los reflectores volteen a verles para emitir un mensaje que pueda llegar a muchos oídos".- Sergio Martínez.
La Giocconda de Leonardo da Vinci ha sido usada como un medio de protesta, comenta Marín y detalla que el lanzamiento de pintura o piedras contra ella son ejemplos de manifestaciones que han habido.
“En 1956 un hombre lanzó una piedra contra el cuadro y rompió su cristal de protección. Aún con la restauración realizada, sus daños son visibles. En mayo de 2022, un visitante lanzó una tarta a la obra.
Otras obras que fueron intervenidas son La Sirenita, expuesta en Copenhague, la cual ha sido amputada, decapitada, arrancada de su base con explosivos y le han lanzado pintura en varias ocasiones.
A la lista se suman Mujer en sofá rojo y el Guernica de Pablo Picasso, Danae de Rembrandt, La Piedad de Miguel Ángel, entre otras obras.
“Actualmente las redes sociales y el momento coyuntural que estamos viviendo a nivel información y la forma en la que fluye a nivel digital, a nivel global hace que esto sea mucho más visible”, explicó Marín.
Para Sergio Martínez, a lo largo de la historia se ha mostrado que “necesitan este micrófono, que los reflectores volteen a verles para emitir un mensaje que pueda llegar a muchos oídos, es un medio para un fin”.
El arte bajo protección
“En nuestras ciudades caminamos a un lado de esculturas que son patrimonio cultural y se encuentran descuidadas y no hay voces que denuncien esto o bien, que tengan una consecuencia por ello”, refiere Marín.
En el caso de los museos hay distintos factores que pueden dañar las obras expuestas, las esculturas prehispánicas que están en el Museo Nacional de Antropología e Historia, eran tocadas por los visitantes.
“Los ácidos que estaban presentes en las manos, corroían la piedra de estas esculturas. Se optó entonces por separarlas del trayecto humano”, ejemplificó Misael.
"En nuestras ciudades caminamos a un lado de esculturas que son patrimonio cultural y se encuentran descuidadas y no hay voces que denuncien esto". Marín.
La protección de las obras depende de la inversión económica que se les destine, afirman los profesores del Tec, también si lo expuesto es de propiedad privada y deben cumplirse peticiones de sus dueños.
Algunas de las acciones que los museos tienen son: líneas en el piso o acordonar áreas para limitar la cercanía con la obra; también letreros para solicitar no tocar las obras o colocar a personas que vigilen el actuar de los visitantes.
“En el caso de la pintura se pueden usar sarcófagos transparentes, los museos viven de mostrar su patrimonio, no lo pueden esconder, pero tampoco lo pueden dejar al alcance de todos”, mencionó Marín.
Añade que se consideran también situaciones naturales que dañen las obras, por ejemplo, los sismos. El lugar donde están los museos deben ser los ideales y es una de las respuestas que brinda la arquitectura.
“Una de las formas de protección más polémicas es exhibir una réplica de la obra. Hay datos de que algunas de las piezas que vemos en los museos no son necesariamente la pieza original”.
“He ido a sótanos de algunos museos y observo las obras originales con un ambiente muy controlado y usando vestimenta especial”, explica el director de la entrada de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño.
Martínez comenta que en ocasiones las piezas están aseguradas, y las salas de exhibición deben asumir el costo. Se ha dado el caso que el seguro cuesta más que la obra misma.
Marín finaliza con que no se cuenta con una Norma Oficial Mexicana para proteger el arte y a nivel internacional no existe algo homologado, depende de cada país.
“Se opta por la reciprocidad: si tú pides un tipo de resguardo especial yo lo hago, si yo lo pido, tú lo haces”.
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