Arvin Elí Mendoza, estudiante de Relaciones internacionales en Tec campus Toluca y fundador de la Asociación Civil Comunidad de Impacto por un México en Ascenso (CIMA), compartió cómo se vivió la segunda donación de libros a la Casa Hogar Alegría.
Casa Hogar Alegría tiene el propósito de brindar a niñas vulnerables un hogar, felicidad y esperanza, creando un modelo de atención para que niñas sin cuidado parental puedan prosperar.
En este evento participaron el Tecnológico de Monterrey y la universidad Anáhuac Norte. Aproximadamente 20 alumnos de ambas universidades y Gustavo Pereyra Flores, mentor estudiantil de PrepaTec, fueron parte de la actividad.
“La donación de libros nace de mi deseo por contribuir un poco con mi comunidad, surgió una noche mientras platicaba con los miembros de la asociación civil CIMA.
“Ese día contacté a la Casa Hogar Alegría, me puse de acuerdo para acordar un día y esa misma noche me puse a trabajar en conjunto con mi equipo para darle inicio a la logística de dicho evento”, compartió.
“La donación de libros nace de mi deseo por contribuir un poco con mi comunidad”.
Acceso a la educación, la creatividad y el bienestar personal
Arvin comentó que su misión era enriquecer la vida de las niñas de la Casa Hogar Alegría, brindándoles acceso a la educación, la creatividad y el bienestar personal, a través de una donación de libros y una serie de actividades divertidas.
De acuerdo con Arvin, el vivir por segunda vez esta experiencia con las niñas de la casa hogar, no solo le ha permitido contribuir un poco a su comunidad, sino que le ha iluminado su corazón con alegrías e ilusiones que compartió con las integrantes ese día.
El contacto para concretar la actividad con la casa hogar fue con Adriana Camacho, coordinadora de dicha sede.
“El trato fue muy respetuoso tanto conmigo como con mis compañeros, sin duda ella fue uno de los pilares para que se lograra llevar a cabo dicha colaboración”, expresó.
Para el estudiante este tipo de proyectos no solo fortalecen los lazos entre instituciones educativas, sino que también demuestran el compromiso de los estudiantes y la comunidad en general hacia el bienestar de la sociedad.
Finalmente, quiso resaltar que estas iniciativas no solo tienen un impacto tangible, como la donación de libros, sino que también generan experiencias enriquecedoras y memorables tanto para los participantes como para la comunidad receptora.
“El objetivo es promover valores de solidaridad y responsabilidad social”, concluyó.
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