Lucero Moctezuma | Tampico
Gracias a ellos tienes protección y seguridad garantizada en el Tec. Manuel Cástan, uno de los guardias más sociables del campus, nos comparte su vivencia.
“Credenciales en mano, jóvenes!” “Bueeeen día, señorita! Bueeeen día, joven!” “Puede pasar a la caseta a buscarlo” son conocidas como sus frases célebres.
Te hablamos de ese grupo de colaboradores que cuidan de ti en su día a día; te protegen y te atienden sin que siquiera lo notes. Los fieles acompañantes de los alumnos, residentes diarios de la caseta, los guardias del campus.
Buena actitud, una gran sonrisa en el rostro, un ambiente de trabajo agradable y compañerismo que terminó en amistad son sólo algunos elementos para la fórmula del trabajo perfecto, así lo describió Castán.
Algo predominante de la actitud de Manuel es el amor a su vocación y al servir. Él es caracterísitico por su vibrante personalidad y amor a la profesión.
“Lo que más me gusta es brindar un buen trato; que la gente que nos visite y los mismos alumnos disfruten la estancia…” expresó Castán.
Manuel Castán tiene nada más y nada menos que 12 años colaborando en el Tec de Monterrey Campus Tampico. Lugar en el que se ha ganado el reconocimiento y cariño de todos los que alguna vez lo han tratado dada a su buena vibra y evidente alegría, así lo comenta la comunidad de preparatoria.
“Siempre lo verás en su bici haciendo sus rondines, transmite mucha alegría” platicó Jessica Zapata de PrepaTec, recordando el suceso, a CONECTA.
"Eran por ahí de las 6 de la mañana. Me dirigía al estadio ya que el entrenamiento iba a iniciar..." comenzó a contar divertida Andrea Aguirre, alumna de preparatoria en el Tec, "estaba todo obscuro, parecía de noche, ¡de por si ya tenía miedo! empecé a escuchar un silbido a lo lejos y dije "Oh oh.", le metí pata y no quería voltear, ya cuando me armé de valor, volteé y vi una sombra moverse súper rápido, a una velocidad no humana, volví a decir "Nop" y seguí a mi acelerado paso... ya después con más luz, se acercó y vi que era el guardia Castán en su bici, chiflando y cantando, ¡que buen susto me dio esa vez!" rió mientras contaba, "como nos reímos... ahora, cada que lo veo me es inevitable no dedicarle una gran sonrisa y un saludo!" finalizó.
Hay días en que la jornada puede llegar a ser ardua; los horarios pueden variar, las cosas se pueden complicar pero siempre mantienen la cabeza en alto con una excelente actitud.
“Yo estoy muy contento donde estoy… más que un guardia, soy un amigo. Me gusta transmitir eso a la gente en el Tec” relató mientras una gran sonrisa se formaba en su rostro.
La fama que los guardias del campus han ganado, no se debe solo a Manuel. Hay todo un grupo de guardias junto con él que cotidianamente lo motivan a dar lo mejor de sí mismo. “Mis amigos lo son todo. Sin ellos, no tendría trabajo…” bromeó, “el compañerismo, apoyo y buen trabajo me han llevado a donde estoy hoy.” agregó.
Cada que te topes a alguno de estos auxiliares que se encargan de mantener tu integridad a salvo, no dudes en saludarlos, agradecerles y por qué no, dedicarles una gran sonrisa de vuelta.
Ser parte de la comunidad Tec es ser parte de una gran familia.