Marissa Sandoval | Campus Sonora Norte
Una mirada más allá de nuestra conciencia, los alumnos de la actividad “Un espacio a los migrantes” en Sonora Norte con motivo de Semana i, vivieron una experiencia que de seguro despertó una nueva inquietud en ellos y es la de apoyar una causa de una problemática social importante en nuestro país: sensibilizar a las personas de la situación de los migrantes, quiénes atraviesan el país buscando mejores condiciones de vida.
La Semana i busca ampliar los horizontes de los alumnos, fuera de sus conocimientos académicos para retarlos a explorar distintas realidades.
El pueblo de Altar, Sonora es el lugar donde se ubica la casa para migrantes CCAMYN, que busca dar asilo a todas las personas que están dispuestas a llegar al desierto del Sásabe para cruzar hacía EUA con la ilusión de alcanzar el “sueño americano”.
“Se busca poner en contacto al alumno ante una realidad social, a través de un video reportaje deben de mostrar su compromiso social, su pensamiento crítico y su empatía”, la maestra Bertha Rosales, responsable de la actividad “Un espacio a los migrantes” en campus Sonora Norte, nos comparte la finalidad del proyecto de Semana i.
Sara Abdala Manriquez, Administradora de CCAMYN, impartió una charla a todo el equipo sobre la realidad de los migrantes y la historia del asilo que abrió sus puertas en 2001, y desde entonces hasta la fecha ha extendido su mano a 64,430 personas que llegan a Altar con la misión de seguir su camino por el desierto.
“Debemos de dejar de ver a los migrantes como una cifra, empezarlos a ver como personas”, Sara Manriquez nos señala la importancia de involucrarnos a la causa y tomar conciencia de la realidad.
Poniendo manos a la obra y ampliando la perspectiva.
A partir de las 5:00 pm comienzan a ingresar al asilo algunos jóvenes y adultos que buscan tener una estancia corta por Altar, Sonora para después seguir su camino. Los alumnos pusieron manos a la obra y prepararon comida para ofrecerles en una pequeña convivencia que termino por estrechar grandes lazos entre ellos y cambió más su perspectiva ante el mundo.
“Su objetivo no va a cambiar, pero podemos hacer que su camino se más grato para lograr su sueño” comparte a CONECTA, María Fernanda Ávila, estudiante de Administración de Empresas en campus Toluca, quién estuvo en Sonora Norte por Semana i.
La realidad de la actividad fue más allá de un video reportaje, abrió el camino a futuros voluntarios para esta causa.