Astrid Nava | Campus Sinaloa
Adriana Rojo y Saraí Loaiza son dos ex alumnas del Tec que han logrado crear un impacto social positivo en su comunidad, ya sea inspirando a empresas a optar por la autosustentabilidad o a través del liderazgo de estrategias de responsabilidad social.
Ambas fueron invitadas a la primera edición del festival universitario Changemaker Day, que reune a aquellos que buscan ser agentes de cambio y desarrollar herramientas para la transformación social.
Adriana es la presidenta de la Junta de Asistencia Privada (JAP) en Sinaloa, un organismo descentralizado de gobierno que supervisa, capacita y promueve las Instituciones de Asistencia Privada (IAPs) a lo largo y ancho del estado.
Cuando Adriana era niña soñaba con ser parte de la ONU y actualmente afirma que su sueño se quedó corto porque presidir la JAP ha sido una trayectoria llena de experiencias positivas.
"La sorpresa es que, en el camino de aprendizaje al creer que uno está dando más, terminas dándote cuenta que el que recibe más eres tú mismo", expresó.
Acerca del tema de responsabilidad social, Adriana afirma que entre empresa y sociedad debe de existir una corresponsabilidad enriquecedora.
Puntualizó que es un tema de "ganar-ganar", porque en la medida en la que tenemos una sociedad más justa y más equilibrada, también las empresas pueden tener una mayor estabilidad y perduración en el mercado.
"Siento que como egresada del Tecnológico de Monterrey y por toda la trayectoria formativa que he tenido en mi vida, tengo el compromiso de regresarle algo a la sociedad", comentó Adriana.
Por su parte, Saraí Loaiza inició su carrera en Premier Automotriz como gerente de negocios y ahora es gerente corporativo de desarrollo organizacional y responsabilidad social de dicha empresa.
Dentro de su trabajo, destaca que uno de los programas más importantes es el de voluntariado, ya que tiene una amplia relación con ser un agente de cambio.
Desde hace 10 años lidera las estrategias de responsabilidad social para esta empresa, como Universidad Premier y el programa de voluntario corporativo, ambos programas premiados a nivel nacional.
“El voluntariado es una herramienta sencilla de un alto impacto”, aseveró Saraí.
En la empresa, el programa les ha ayudado a tener una mejor perspectiva de lo que es la felicidad y a crear líderes sociales.
Defendió que al ser voluntario desarrollas competencias relacionadas con liderazgo. En la empresa notaron que las personas empezaban a ser más resilientes, creativos, mejores comunicadores y negociadores.
Comentó que la calidad de gente que tienes a tu alrededor fortalece tu empresa. Hay mejor trabajo en equipo, mejor ambiente laboral y sentido de pertenencia muy fuerte.
Además afirma que lo único que tienen que hacer las empresas es dedicar tiempo y añadir metas e indicadores para medirlo.
Invitó a que se utilice el talento para ayudar a otros y que, si vas a emprender, recomienda implementarlo sin importar el tamaño de tu empresa.
"Siempre hay algo que todos, sin importar que no seas gobierno o una empresa grande, podemos hacer", finalizó.
Tanto Adriana como Saraí concluyeron que las nuevas generaciones tienen las herramientas, el poder y la disposición de ser agentes de cambio para su comunidad.
Y tú, ¿qué has hecho hoy para cambiar al mundo?