La Habana, Cuba // VIve Cuba, es la actividad de Semana i que desarrolla la delegación de estudiantes mexicanos que están representando al Tecnológico de Monterrey en La Habana, lo que ha acercado de manera estrecha a los alumnos a través del conocimiento de los modelos de acción ciudadana. La estructura nacionalista que se practica en la isla, ha dotado de unidad y desarrollo al país.
Unidos por todos
Recientemente los desastres naturales han golpeado corazones cubanos y mexicanos. El paso del huracán “Irma” (alrededor de 72 horas) por territorio cubano a principios del mes de septiembre lastimó en demasía la estructura social e infraestructura de algunas comunidades de la isla; sin embargo la intervención de los principales actores políticos y movilización ciudadana que actuó con naturaleza preventiva, ayudó de manera rápida y efectiva a los damnificados por el desastre natural.
En el caso de México, la acción social detonó en brigadas de gran apoyo ante el sismo de 7.1 grados registrado el 19 de septiembre, con voluntarios en zonas de rescate y colecta de víveres en el resto de los estados de la República. El Tecnológico de Monterrey no fue la excepción y puso manos a la obra, fungiendo como un gran centro de acopio para envío de enseres y artículos de primera necesidad a las zonas afectadas.
Es así como los alumnos del Tec de Monterrey que se encuentran en La Habana, lograron identificar los modelos de acción ciudadana de corte nacionalista que han permitido a Cuba seguir de pie pese a las adversidades, desarrollar empresas localmente competitivas y ponerse en el mapa como un país industrialmente arraigado a su forma de vida.
La fuerza de su gente…
Se podría pensar que el sistema cubano es empresarialmente vulnerable debido a la poca inversión extranjera en la isla, pero la organización y empuje de la población, ha dado como resultado una solidez nacional que ha destacado mundialmente por la estabilidad de su mercado. La fuerza de su Producto Interno Bruto, originada por factores turísticos y estructura de su mercado de trabajo, ha permitido a Cuba invertir en su sistema educativo, lo que según datos de la UNESCO lo ha impulsado a ser líder latinoamericano en el Índice en el Desarrollo de la Educación (IDE).