El Banco Mundial, publicó un caso de estudio que realizó sobre el Modelo Educativo Tec 21.
El año 2012 fue un parteaguas en la educación, había una fuerte sensación de inquietud e incertidumbre. El mundo experimentaba grandes cambios tecnológicos y sociales.
Ante esto, y según el caso de estudio publicado por Ann M. Casanova, Alejandro Caballero, Salah-Eddine Kandri, Thomas Kerr y Elena Sterlin, se expuso cómo los clientes de IFC (International Finance Corporation) habían contribuido a cumplir los objetivos estratégicos en la educación.
Durante esa época, Salvador Alva, presidente del Tecnológico de Monterrey, comenzó a realizar algunos cuestionamientos sobre la educación en el mundo.
"¿Qué tipo de legado queremos dejar?, Elevar significativamente la calidad y relevancia de la educación mediante el desarrollo de mejores estudiantes, mejores docentes y mejores programas.
Las universidades necesitan adaptarse a un mundo con nuevos problemas y estudiantes con diferentes necesidades", aseveró.
El presidente de la institución decidió que posicionaría a la universidad para llenar el vacío global con los estudiantes. Sobre la base del mandato de la Junta, el Tec desarrolló una visión para el siglo XXI.
“Formar líderes con un espíritu emprendedor y un propósito social, que sean competitivos internacionalmente”.
Según los líderes de la educación, existía una nueva generación de estudiantes que querían más de lo educativo y tenían poco apetito por los métodos de aprendizaje obsoletos.
"Íbamos a organizar el Tec en un proceso orientado hacia sus alumnos. Los estudiantes serían el centro de atención y la razón del proceso de aprendizaje", agregó Salvador Alva.
David Garza, entonces decano del Tecnológico de Monterrey, compartió las señales de advertencia que estaba viendo en todo el mundo con Salvador Alva.
Habló sobre el retorno de la inversión para los estudiantes y la creación de nuevos modelos académicos, incluido el rediseño del espacio para el aprendizaje y un uso renovado de la tecnología en el aula del Siglo XXI.
Fue así como nacieron los cuatro pilares del Modelo Educativo Tec21: Aprendizaje basado en desafíos, Flexibilidad, Universidad memorable (experiencia) y Profesores Inspiradores.
"Hoy en día, si caminas en los pasillos, se encuentran estudiantes inmersos en un ecosistema que se transforma.
Los estudiantes interactúan más y la calidad de las discusiones es más interesante. Ahí está una cultura de innovación y un deseo de continuar aprendiendo ", puntualizó Garza.
De la innovación educativa al florecimiento humano
En los últimos años, el Tec de Monterrey desarrolló una nueva estrategia hacia el 2030, la cual se centra en que cada ser humano, tenga un sentido de propósito para la vida.
"El Tec, será la primer institución que se centre en emprendimiento para el florecimiento humano.
Definimos el desarrollo continuo de personas, para tener una actitud positiva de impacto en el medio ambiente y la sociedad”, explicó Salvador Alva.
Mientras que David Garza explica que al cambiar fundamentalmente su estrategia educativa y posicionar a los estudiantes en el centro de todo lo que hace el Tec, “Se está preparando a los estudiantes para abordar algunos de los problemas humanos más grandes”.
"El Tec, es una institución que se ha atrevido a cambiar su mentalidad en sus actitudes, comportamientos, visión y decisiones”, concluyó.
La proyección del Tec en el 2030, está enfocado en el florecimiento humano, con un modelo de bienestar integral, líder en innovación educativa, ecosistemas de innovación y emprendimiento, universidad internacional con fuerte presencia y talento extranjero.
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