Con el fin de revolucionar la industria de la moda, Fatima Álvarez, Antonio Nuño y Enrique Rodríguez egresados del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe, emprendieron y crearon Someone Somewhere.
Su proyecto nació cuando realizaron voluntariado en PrepaTec en donde conocieron las comunidades de la sierra de Puebla.
Durante la carrera en tercer semestre, buscaron hacer un proyecto productivo, se enfocaron en la artesanía textil que las mujeres hacen, pero mejorando materiales, buscando crear productos adaptados a las tendencias mundiales y llevarlos a otros mercados.
El objetivo de Someone Somewhere es consolidar la marca en México y posicionarla como una marca de impacto en Estados Unidos.
“Someone Somewhere es una empresa social con la misión de empoderar a millones de artesanos para salir de la pobreza, al combinar sus técnicas tradicionales con diseños contemporáneos, materiales sustentables, tecnologías innovadoras y canales de venta internacionales.
“Este año buscamos generar más de un millón de horas de trabajo para artesanos”, compartió Fátima.
El equipo está conformado por 35 personas, desde el área de diseño, producción, marketing, finanzas, ventas e impacto.
“Muchos de ellos son egresados del Tec y personas que quieren contribuir con sus conocimientos a una empresa social”, expresó Antonio.
De acuerdo con los emprendedores, han existido muchos retos a lo largo de estos 10 años.
“Han existido muchos retos desde nuestras primeras ventas a corporativos, levantar capital, iniciar operaciones en Estados Unidos, etc. Sin duda cada una de ellas nos ha impulsado a crecer”, comentó Enrique.
Alianza con Delta Air Lines
Para el equipo, un logro muy satisfactorio es la alianza con Delta Air Lines con quienes trabajaron todo el año 2021.
“Ahí estamos produciendo todos los amenity kits para pasajeros de primera clase. Esto está generando trabajo justo y constante para cientos de artesanos en Oaxaca y Michoacán que nunca habían tenido una oportunidad como esta”, enfatizó Fátima.
De acuerdo con los emprendedores, el Tec fue el primero en creer en ellos y apoyarlos para lanzar el proyecto.
“La idea para Someone Somewhere empezó cuando estudíabamos la carrera en el Tec. Fueron los primeros en creer en nosotros y pusieron todos los recursos posibles a nuestra disposición, desde mentores hasta salas de juntas y difusión.
“Pero lo más importante es que fue el lugar donde aprendimos qué era el emprendimiento, y nos dimos cuenta que podíamos combinar este concepto con una misión social”, manifestó Antonio.
“Nos dimos cuenta que podíamos combinar este concepto con una misión social”.
Enamorarse del problema y no de la solución
Los egresados quisieron brindarles un consejo a los estudiantes que tienen una idea y quieren emprender.
“Enamórense del problema que quieren resolver y no de la solución. Casi nunca la idea original es la que funciona, pero si el problema es algo que te apasiona vas a tener la energía y perseverancia para seguir probando caminos hasta encontrar el correcto.
“Es un maratón, no un sprint, así que si hay algún problema que te apasiona tanto como para dedicarle 10 años de tu vida, casi seguro llegarás a una solución escalable. Será una montaña rusa, pero valdrá totalmente la pena”, puntualizó Enrique.
“Enamórense del problema que quieren resolver y no de la solución”.
Finalmente, los emprendedores compartieron que están poniendo en alto el trabajo artesanal de las comunidades artesanales del país llevándolas a todo el mundo.
“Seguiremos buscando oportunidades de expansión que permitan que otras comunidades también tengan estas oportunidades”, concluyó Fátima.
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