Samuel Antonio Rosas Meléndez, profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec campus Santa Fe y reconocido como profesor inspirador, compartió cómo se une su labor de enseñanza con la de ser padre.
De acuerdo con él, es complejo estar en un esquema remoto siendo padre.
“Cuando iniciamos la pandemia mi hijo menor no caminaba, le decía que tenía que salir de la pandemia caminando. Hoy camina, corre, hace travesuras.
“Tenemos que estar mi esposa y yo turnándonos y a veces buscando mecanismos para que se tranquilicen. Hoy están acostumbrados a que ambos estemos presentes, no sabría qué sucederá cuando tengamos que salir de nuevo”, expresó.
Los niños no conciben el tiempo como los adultos
Para el profesor, los mayores retos a los que se ha enfrentado en los últimos meses ha sido el mantener la calidad de los cursos sin comprometer el tiempo de calidad con los hijos.
Por otro lado, comentó que lo más difícil a lo que se ha enfrentado como padre y profesor es que los niños no conciben el tiempo como los adultos.
“Los niños son pequeños, no pueden diferenciar el tiempo, no saben si es tiempo para que juguemos con ellos o si es tiempo de dar clase”, enfatizó.
Verlos crecer
Para Samuel, el ser papá y profesor durante la pandemia tuvo y tiene sus pros y sus contras.
“Hay muchos contras, pero los pros es que uno puede darse un descanso entre clases para sacarlos al parque y sobre todo verlos crecer. En el esquema presencial se pierde mucho esto”, manifestó.
Samuel enfatizó que el mayor logro, el que le dejó mayor satisfacción como profesor y papá es el haber obtenido el premio al profesor inspirador.
“Fue un logro familiar, pues se vio reflejado mucho esfuerzo laboral, pero a la vez familiar”, dijo.
Finalmente, el profesor quiso compartir su mayor consejo con la comunidad de padres de familia.
“Paciencia, todo pasará y cuando estemos de manera presencial extrañaremos mucho estar tanto tiempo con nuestros hijos, y ellos nos van a extrañar”, concluyó.
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