Guillermina Ortiz | campus Santa Fe
Hablar sobre el Estado de Derecho, particularmente en México, se convirtió en un debate entre los defensores del imperio de la ley y los constitucionalistas. Ha llevado a la toma de decisiones impopulares pero con garantías conforme a la ley.
Sin embargo, esto llevó a un notable proceso civilizatorio y visible porque procuró el ejercicio de los poderes al derecho y, con ello, evitar la arbitrariedad, dijo la ministra Norma Lucía Piña en el seminario Estado de Derecho ¿en México? en el Tec de Monterrey Campus Santa Fe el pasado 23 de abril.
La ministra Norma Lucía Piña fue la primera ponente del seminario organizado por el Tec de Monterrey campus Santa Fe y la Universidad de Notre Dame, dedicado a exponer el ejercicio de los poderes públicos, la aplicación de leyes y cómo la ciudadanía debe implicarse.
Para Piña, esta pelea entre la imposición de la ley y la constitucionalidad de la misma no debe tomarse de forma dicotómica, menos cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tiene el papel de construcción del Estado de Derecho y de garantizar los derechos humanos de los ciudadanos.
Los ministros debemos ser, o por lo menos aspirar a ser, grandes jueces constitucionales, dijo. “Desafortunadamente, el ponerse la toga no nos hace inmediatamente jueces constitucionales ni ministros de la Suprema Corte, todos los ministros tenemos una fase de transición y posteriormente de formación porque dimensionamos el rol que nos toca jugar”, dijo.
Es decir, buscar el equilibrio entre el activismo y el formalismo, atender las virtudes judiciales, como la prudencia y, sobre todo, la independencia judicial.
“El enfoque que debe adoptar la Corte es un constitucionalismo que incorpore los valores positivos de la concepción del Estado de Derecho, pero que al mismo tiempo reconozca que en ciertos casos, los jueces tienen el deber y la obligación de interpretar el derecho y de analizar su regularidad a la luz de los principios y los valores que sustenta nuestra Constitución”, agregó.
Un ejemplo claro de creación de Estado de Derecho, dijo, fue el caso de la francesa Florence Cassez, acusada de presunto secuestro y posteriormente liberada debido a fallas en el proceso.
“Una parte de la sociedad ya había decidido qué hacer, hubo presiones para la toma de decisión, la mayoría de la sociedad mexicana estaba convencida de lo que se tenía que hacer. Pero al analizar el caso, la Primera Sala puso como valor fundamental el acatamiento del debido proceso”, dijo la ministra.
A partir de ello, toda la sociedad, incluyendo los medios de comunicación, comenzaron a hablar del debido proceso, término que ha estado en la Constitución desde siempre. “A través de las decisiones de la Suprema Corte se construye y se transforma el Estado de Derecho”, dijo.
Puedes revisar la plática de la ministra en la página de Facebook de la Escuela de Ciencias Sociales y de Gobierno en su sección de videos.