Mientras una nube de polvo tóxica se aproxima a la casa de una familia, una madre y un padre deberán decidir entre sacrificar a uno de sus tres hijos o tomar el riesgo de perderlos a todos.
Piedad, es el cortometraje de ficción ganador del Festival Internacional de Cine Universitario KINOKI, creado por el egresado del Tecnológico de Monterrey Daniel Cano.
Daniel estudió Comunicación y Medios Digitales en campus Santa Fe , actualmente es director y jefe de fotografía en videos musicales y comerciales, además de realizar teatro y ópera en el área de dirección.
Su cortometraje surgió para la clase llamada realización cinematográfica en los últimos semestres de su carrera.
“Quería explorar un poco la diferencia entre el amor materno y el paterno, siendo que muchas veces el amor paterno es concebido como un poco más frío, más calculador y el amor materno un poco más cálido.
“Pero esto no hace que ninguno sea mayor o menor que el otro, sólo los hace muy diferentes, entonces me gustaba la idea de explorar a través de esta difícil situación como esos diferentes amores responden a la decisión que tienen que tomar”, expresó.
De acuerdo con Daniel, el corto se titula Piedad gracias a la escultura de Miguel Ángel y también porque se basó en diferentes sacrificios divinos que se han hecho a lo largo de la historia, como el de Abraham e Isaac, mencionado en la Biblia.
El director comparte que para él fue toda una exploración audiovisual y a manera de guión, sobretodo para la representación visual de estos mismos sacrificios.
“El proyecto surgió en una aula del tec, todo el equipo del proyecto fuimos alumnos, yo lo dirigí y escribí pero hubo personas para todos los cargos producción, edición, director de foto, y contamos con la participación de actores profesionales”, dijo.
Daniel comparte que la filmación duró dos días, la planeación duró alrededor de 3 a 4 meses, y lo que alargó el proyecto fue la postproducción debido a la edición y los efectos visuales.
El creador señala que uno de los miedos a los que se enfrentó fue justamente los efectos visuales ya que no sabía mucho de efectos de computadora, era algo desconocido.
“Buscar el realismo que queríamos fue lo más complicado, fue lo que más me espanto, realmente era algo a lo que le si le tuve un poquito de miedo.
“Fue una buena experiencia trabajar los actores Teté Espinoza y Miguel Angel Barrera, los admiro muchísimo, al principio no sabía muy bien cómo acercarme a ellos, cómo dirigirlos pero finalmente fue una experiencia increíble trabajar con gente tan talentosa”, comentó.
Para Daniel recibir comentarios por parte de profesionales y colegas fue de mucha ayuda, comparte que le dieron retroalimentación y esto le ayudó a darse cuenta de algunas cosas que estaban fallando.
“Dicen por ahí que cualquier producto cinematográfico se escribe tres veces, en el papel, cuando se filma y cuando se edita. En este caso fueron muchas cosas las que cambiaron a la hora de editar precisamente por toda esta retroalimentación que fui recibiendo de parte del mismo equipo como de gente externa que lo fue viendo,
“Fue muy padre también ir encontrando cosas diferentes según lo que me iban diciendo, porque hay veces que uno está tan metido en un proyecto que no se da cuenta de algunos errores que pueda ver por ahí”, afirmó.
El egresado comparte que su equipo lo fue todo, ya que finalmente un proyecto de cine no se puede hacer solo. Daniel está muy agradecido con todo el equipo y con la productora Samantha Menchaca.
“Toda la gente que estuvo involucrada es sumamente talentosa y profesional, fue un gusto poder y seguir trabajando con todos ellos. Un equipo es lo que hace un proyecto tan fuerte”, manifestó.
Para el creador de Piedad su mayor logro ha sido el poder presentar su cortometraje en festivales en España, y ganar en el Festival de cine en las Montañas en Colombia, y lo más gratificante es conectar el público que es por lo que señala que se dedica al cine y teatro.
“Yo creo que el mayor logro de todo es poder conectar con el público, antes de la pandemia tuvo algunas proyecciones en las que pude estar y en las que pude tener este acercamiento con la audiencia.
“Es muy padre poder escuchar las reacciones que tiene la gente que lo está viendo justamente ante todas estas preguntas que me hacía yo sobre el amor paterno y materno, de alguna manera conecta con el público de diferentes edades”, aseguró.
Finalmente Daniel mencionó que el Tec le brindó las herramientas de liderazgo adecuadas para para poder llevar un proyecto de tal magnitud, las cuales son herramientas que finalmente sigue utilizando hoy día.
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