La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU cuenta con 17 objetivos para transformar el mundo. El objetivo 3, Salud y bienestar, plantea como meta promover y proteger la salud mental y bienestar de las personas.
Para contribuir a ese objetivo, los alumnos 2do. semestre de Estudios Creativos del Tec campus San Luis Potosí llevaron a cabo la construcción de espacios de introspección enfocados a la meditación.
Con ello, apoyando a disminuir en México los altos niveles registrados de estrés, depresión y ansiedad en la población. El proyecto fue supervisado por el diseñador Rubén Vázquez y la arquitecta Angelica Castrejón, profesores Tec.
Como socios formadores participaron el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes, Punto Blanco, el Parque de Emprendimiento e Innovación de San Luis Potosí y Amoato, un despacho de publicidad internacional mexicano.
La construcción de un espacio
Con el modelo Tec21 el aprendizaje se da a través de bloques, periodos de cinco semanas en las que los estudiantes se enfrentan a un reto a la par que desarrollan competencias.
Durante el bloque de Representación formal del espacio, se generó la propuesta de que los alumnos crearan habitáculos, espacios limitados y cerrados destinados a ser habitados.
El propósito de estos era provocar un impacto positivo en la salud. Tenía que ser 80% de cartón y no debía de pasar el límite gastos impuestos.
Por medio de los materiales y procesos, el habitáculo debía de llevar una continuidad y enviar el mensaje correcto, el de un espacio introspectivo que a su vez se vuelva público e interactivo para que los que deseen entrar ahí puedan tener un momento de paz, un momento con ellos mismos.
Con este proyecto se buscó que los alumnos desarrollaran competencias como la creatividad, la comunicación y conceptualización, además de que estuvo orientado a las áreas de arquitectura y diseño.
Se tiene la intención de que estos espacios creados por los alumnos caminen hacia el campus San Luis para que la comunidad del Tec en San Luis pueda experimentarlos.
"... los que deseen entrar ahí puedan tener un momento de paz, un momento con ellos mismos".
Prueba y error
Para llevar a cabo este proyecto, los alumnos primero tenían que trabajar en el concepto de su habitáculo, para luego diseñarlo. Una vez diseñado, tenían que modelar en 3D y luego construir.
El proceso creativo fue el más largo. La parte de conceptualizar, diseñar y modelar se llevó a cabo durante 3 semanas del bloque en las que los estudiantes recibieron retroalimentación de sus profesores y los socios formadores del proyecto.
“Mucho del proyecto dependió de nosotros mismos”, explicó Jorge Ramos, alumno de Estudios Creativos para CONECTA.
Aunque los profesores supervisaron el proyecto, los estudiantes se involucraban al escoger ideas y hacerlo físicamente. Jorge cuenta que se trató de experimentar y prueba y error, ver qué funcionaba para cada equipo y qué no.
“Ya no me da miedo usar programas, ya puedo entrar a uno sin ninguna noción y saber que voy a poder algo”.
“Ya no me da miedo usar programas, ya puedo entrar a uno sin ninguna noción y saber que voy a poder algo”, contó Jorge.
Los socios formadores
“No tuvieron un socio formador, tuvieron cuatro, y caminar los esfuerzos para 4 socios formadores fue todo un reto para ellos”, explicó la directora de división de Humanidades y Educación y de la entrada de Estudios Creativos, Karla López.
Los socios formadores acompañaron a los estudiantes durante su trabajo y fueron brindando retroalimentación. Aprendieron durante el proceso a conectar estos aportes y así trabajar en sus espacios.
“El impacto que yo puedo observar es cómo logramos que puedan ir cambiando, modificando y conectando todas esas retroalimentaciones”, dijo Daniel Hernández Navarro, director operativo del Museo Laberinto acerca del impacto del proyecto en ellos.
Parte del proyecto fue aplicar los contenidos temáticos del Museo, de las salas o de su arquitectura en los habitáculos de los alumnos.
“Unos no se la creen, otros sufrieron y al final de cuentas se cumplió con el objetivo".
“Yo creo que aquí crecimos más”
En un periodo de 4 semanas los jóvenes de Estudios Creativos trabajaron en su proyecto y desarrollaron múltiples habilidades como la creatividad, generación de proyecto y comunicación.
Los proyectos se presentaron en el Museo Laberinto de las ciencias y las artes el día 19 de marzo.
“En algunos momentos los vi entusiasmados en otros muy frustrados en otros muy alegres, pero finalmente llegan a esta combinación de proyecto montado en un espacio tan importante de la ciudad donde ellos están después de tanto proceso finalmente contentos”, comentó Karla.
pasión | meditación |
lealtad | comunicación |
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