Marcela Natalia Lindsey Ibarra tiene 18 años y es alumna del Tecnológico de Monterrey campus Saltillo, donde actualmente cursa el quinto semestre de PrepaTec.
Marcela toca el violín desde los nueve años porque su papá la motivó a aprender a tocar un instrumento. Durante un viaje a Alemania le compró su primer violín de madera y poco a poco fue dominándolo.
“Mi primer violín sigue funcionando y tiene un significado muy grande para mí, me trae recuerdos de cuando era pequeña”, expresó.
Antes de entrar Musikart, una escuela de música, Marce tomaba un libro de partituras y empezaba a tocar lo que sabía. Cuando entró a clases, su profesor se volvió su mejor amigo y disfrutaba mucho el platicar, tocar y aprender a la vez.
Con el paso del tiempo se dio cuenta de que el violín no era un instrumento fácil y que tenía que ser muy paciente.
Como alumna del Tec de Monterrey ha participado en cinco obras musicales: Aída, Back to the 90's, High School Musical, GRL PWR y Slush: A looser like me.
“Mi sueño de chiquita era poder tocar en la orquesta del Tec y hoy es un sueño cumplido”, aseguró.
Mientras cursaba su tercer semestre, Marcela recibió una invitación por parte del Tec para tocar junto a la Orquesta Filarmónica del Desierto, lo cual comentó que era su logro más grande como músico.
“Toqué junto al concertino Braulio Labañino, estaba que no me la creía”, destacó.
Una de las piezas que tocó junto a la orquesta fue la danza húngara, y para ella significó mucho poder tocarla pues a su abuelito le gusta mucho esa canción.
La alumna mencionó que todos tienen un escape, y el suyo ha sido su violín. Además, afirmó que cuando toca el instrumento siente emoción y paz.
La joven señaló que le gusta bailar y su mayor inspiración es poder llegar a ser como la violinista Lindser Stirling, quien toca y baila al mismo tiempo; también le gustaría poder tocar en algún musical de Broadway.