Joel Bravo, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec campus Querétaro, explicó la huella histórica y repercusiones globales a 20 años de los sucesos acontecidos en la mañana del 11 de septiembre del 2001.
El experto en política internacional destacó la relevancia de los medios de comunicación en la exposición del incidente, haciendo del mundo testigo de los ataques terroristas mediante el secuestro de aviones comerciales.
“En ese momento la televisión y el radio tomaron la estafeta y dieron cobertura de la noticia, no solo de días o meses sino de años”, comentó.
Los atentados del 11-S hacia infraestructuras de resonancia nacional, como el complejo de edificios del World Trade Center en Nueva York y el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en Washington D.C, marcaron una reestructuración de la agenda internacional en materia de seguridad.
En entrevista para CONECTA, el experto en relaciones internacionales expuso 5 datos relevantes para comprender lo acontecido.
1.- Histórica rivalidad internacional
De acuerdo con el profesor Bravo, se hacía referencia a un mundo unipolar en el que la potencia norteamericana no contaba con un opositor internacional, siendo que Rusia se encontraba en recuperación ante la caída del régimen socialista en 1989.
“El ajedrez geopolítico era dominado por un solo jugador, los Estados Unidos, que deciden instrumentar una agenda de seguridad nacional marcando los siguientes 10 a 15 años”, comentó.
El experto explica que se puede hablar de una discontinuidad que partió de una unipolaridad a una bipolaridad global tras los atentados del 11-S, dando como resultado la existencia de dos potencias que, actualmente, se encuentran en contienda comercial, científica y tecnológica.
Otros países como la India, Irán, Turquía, Brasil y Sudáfrica, cobran relevancia en el contexto actual, lo que no ocurría hace 20 años, sin mencionar la presencia acentuada de naciones como Rusia y China.
2.- El surgimiento de una guerra unilateral
El docente considera a este episodio histórico como una guerra unilateral. Se entendía como una lucha entre los Estados Unidos y el grupo “Eje del mal”, instituido por George W. Bush para mostrar su intolerancia a Irak, Irán y Corea del Norte.
Fue entonces que se inició la ocupación armada en Afganistán, liderada por la potencia internacional y la OTAN, una alianza entre norteamérica y países europeos.
“No era especificamente una guerra con Medio Oriente, sino una guerra con lo que representaba riesgos para la seguridad nacional, desde el punto de vista de un terrorismo muy difuminado”, explicó Bravo.
Asimismo, enfatizó la importancia de recordar que se trataba de una época turbulenta a causa de un conflicto arabe-israelí, lo que suscitó enfrentamientos en Asia Central.
3.- La polarización entre Estados Unidos y el Medio Oriente
Los atentados del 11-S llevaron a un estado de polarización entre los Estados Unidos y el Medio Oriente. De acuerdo con Bravo, los sentimientos de temor, específicamente un temor al otro y de todo aquel que practicara el islamismo, emergieron entre individuos de la sociedad norteamericana.
“Osama bin Laden era la personificación de ese miedo”, destacó.
Así, se reveló una desconfianza hacia determinadas prácticas, grupos sociales, culturales y religiosos.
4.- Regresó del régimen Talibán
El experto revela que uno de los riesgos más importantes y poco sonados en los medios de comunicación, es el que guarda relación con el poder blando que podría tener el movimiento Talibán.
Argumenta la probabilidad que tiene esta narrativa de permear en otros países cuyos líderes sean conservacionistas. Por tanto, se visualiza la toma del poder como una influencia que puede propagarse en Europa o los Estados Unidos.
“Los talibanes han contado con una recepción favorable en comunidades con características similares, en agrupaciones que más allá de la moderación profesan una interpretación hacia el extremismo”, explicó.
5.- Vislumbrando la situación en un futuro
El profesor recomienda estar atentos a las nuevas acciones que se presenten por parte de los talibanes, pues las redes sociales jugarán un papel muy importante en su difusión.
“Sería cuestión de ver qué pasa en otros países, en Nigeria o Indonesia, ver qué tanto se recibe esta llegada al poder del grupo talibán, pensando a futuro en un aproximado de 5 años”, concluyó.
¿Qué esperar en los próximos meses?
La retirada total de las fuerzas dirigidas por Estados Unidos en Afganistán, luego de 20 años de guerra, abrió las puertas a la reivindicación del Estado Islámico con la conquista de Kabul, capital del país.
Desde entonces, la evacuación de miles de civiles se ha convertido en prioridad de las potencias internacionales, aunque muchos de ellos permanecen atrapados.
Se espera que las fuerzas de EE UU y UE continúen trabajando para encontrar vías alternativas destinadas a aquellos afganos que aún quieran salir y recibir apoyo humanitario por parte de otras naciones.
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