Estrés laboral en la profesión docente: identifícalo y evita riesgos

El 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los docentes no están exentos de padecer las consecuencias de esta condición, compartió la Dra. Adriana Amezcua, investigadora y docente del Tec de Monterrey.

El estrés laboral llega cuando existe una presión dentro del entorno de trabajo que puede provocar la saturación física y/o mental del individuo, explicó como parte de los talleres de la Reunión Nacional de Profesores 2023.

“Cuando el estrés es constante e intenso, rebasando la energía y la capacidad de respuesta de la persona, se llega a un agotamiento profesional”, indicó la también coordinadora de Mejoramiento Académico de la Dirección de Bienestar Estudiantil en campus Monterrey.

La experta comparte pasos para reconocer el nivel de estrés laboral y cómo empezar a actuar para lograr una mayor estabilidad y realización laboral:

1. Punto de partida: identifica tu personalidad laboral

2. Estrés laboral en el contexto de la profesión docente

3. Test para identificar el nivel de estrés laboral

4. Estrategias iniciales para contrarrestar el estrés laboral

Según explica la experta en bienestar, es importante entender los dos tipos de personalidades que tienden a presentarse en el ámbito laboral, de acuerdo al análisis de los investigadores Friedman y Rosenman.

“La personalidad tipo A se caracteriza por ser impaciente, competitiva, les cuesta mucho relajarse o tomar un descanso, permanecen largas horas trabajando, se impacienta cuando otras personas no llevan su ritmo y retrasarse les genera sentimientos incómodos”, explica.

“Por su parte, el tipo B son más pacientes y relajados, toman su tiempo para actividades y cortan con facilidad el trabajo, pueden delimitar sus tiempos laborales y personales, poner límites y si se retrasan en una actividad retoman y continúan”, añade.

Por tanto, la coordinadora asegura que quienes tienen el primer tipo de personalidad (A) se encuentran con el doble de riesgo de sufrir desgaste emocional y físico en el ámbito profesional.

Entre las consecuencias de presentar estrés crónico en el trabajo -también conocido como burnout- se encuentran problemas de salud física, como trastornos cardiovasculares, dolores musculares y migrañas, debido a la liberación constante de hormonas del estrés que afectan negativamente al cuerpo a largo plazo.

Los trabajadores estresados pueden experimentar también repercusiones emocionales como ansiedad, depresión e irritabilidad, lo que afecta negativamente su rendimiento laboral y su capacidad para mantener relaciones interpersonales saludables.

A pesar de que cualquier profesión puede ser exigente y por ende llevar a un nivel alto de agotamiento, la líder de este workshop enfatizó que los profesores se encuentran en una posición particularmente precaria.

Una de las razones por las que esto sucede se vincula a las altas exigencias de la sociedad hacia su función a la par de una demanda de plena absorción, gran exigencia y esfuerzo para su trabajo en el aula.

“Ser docente está catalogado como una de las profesiones con mayores riesgos psicosociales como el burnout”, detalla la investigadora, haciendo referencia a autores como Peiró.

La experta compartió cuatro dimensiones a considerar que pueden afectar a los profesores:

• Desgaste emocional: agotamiento de los recursos emocionales
• Despersonalización: indiferencia, indolencia o cinismo hacia las personas atendidas; autoeficacia disminuida
• Sentimiento de culpa: la persona con alto sentido de responsabilidad cree que no están haciendo lo suficiente
• Baja realización personal: daño al autoconcepto y deterioro de la identidad laboral

El estrés laboral, como se ha planteado, puede tener un impacto negativo en la salud física y mental. Reconocer el nivel de estrés en el trabajo permite actuar a tiempo para revertir esos problemas.

El IMSS realizó la adaptación del Cuestionario de Problemas Psicosomáticos (o CPP) para poner al alcance un test de estrés laboral, que sirva como 

Reconocer si el estrés es bajo permitirá tomar medidas proactivas para evitar que empeore y se convierta en un problema crónico.

Si el estrés se encuentra en un nivel alto, será de urgencia buscar ayuda para desarrollar un plan de intervención personalizado y encontrar estrategias para manejarlo de manera más efectiva.

Amezcua enfatizó en el taller que son necesarias estrategias personales, pero también un trabajo colaborativo para vencer el estrés.

“Aquí se distingue la figura del líder para ver cómo podemos colaborar mejor dentro del entorno organizacional y así vencer el burnout”, indicó la experta.

Estos son los 10 consejos que brindó la experta para comenzar a contrarrestar el estrés laboral:

1. Evitar sentirnos mal por sentirnos vulnerables.

2. El desgaste profesional se genera en entornos laborales, e implica una corresponsabilidad, por lo que es imperativo colaborar para crear un ambiente sano y de crecimiento conjunto.

3. Analizar qué cosas están dentro y fuera de nuestro control.

4. Contribuir con un mejor clima organizacional para neutralizar el burnout.

5. Construir o fortalecer nuestra red de apoyo y recordar que los retos requieren ayuda.

6. Recordar que el estrés negativo es el recordatorio de que debemos evitar el aislamiento y de que debemos buscar apoyo social-redes.

7. Cultivar nuestro bienestar es la clave para preservarnos.

8. Enmarcar nuestros ideales de por qué somos docentes para motivarnos a seguir adelante por nuestros alumnos.

9. Hablar de lo que nos pasa, recordando que la negación obstaculiza la resiliencia porque no afrontamos la situación de origen.

10. No olvidar que “lo mejor que podemos hacer es no negarlo”.

Del mismo modo, la experta recalcó que  hay actividades que existen para nutrir de manera personal a las docentes.

“Una gran mayoría de profesores opta por actividades físicas, espacios de autorreflexión, sueño regular, tratamiento psicoterapéutico, etc. para encontrar equilibrio.

“Al final del día, el bienestar es el equilibrio entre todas las áreas importantes de la vida”, concluyó,

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