Arturo Molina, vicerrector de Investigación y Transferencia de Tecnología del Tec de Monterrey, dijo que los científicos se tienen que acercar más a los ciudadanos. Para eso sirven las tecnologías disruptivas.
Molina las definió, durante el Congreso de Desarrollo e Investigación (CID), como las ciencias, tecnologías y disciplinas que permiten mejorar la calidad de vida de las personas.
Por ejemplo, la telemedicina, que atiende la necesidad de salud de una manera inteligente; como la agricultura sostenible; las tecnologías de aprendizaje en línea y tecnologías habilitadoras del autoaprendizaje; la economía circular, entre otras.
“Las tecnologías disruptivas están englobadas en cuatro grandes: la nanotecnología, biotecnología, tecnologías de información y comunicación, además de ciencia cognitiva”, explicó Molina.
Los ciudadanos tiene cuatro necesidades básicas: salud, nutrición, educación y trabajo.
De estas, se desprenden requerimientos específicos: energía, agua, gestión de residuos, vivienda, transporte y sistemas de producción.
¿Cómo funciona la investigación en tecnologías disruptivas?
Las tecnologías disruptivas han evolucionado gracias a la convergencia de la ciencia y nuevos conocimientos, por ejemplo, la química dio lugar a la nanotecnología; la biología a la biotecnología y las matemáticas a la ciencia cognitiva, señaló Molina.
"Las convergencias entre nuevos conocimientos también aportan innovaciones: los nanorobots, la ciencia de datos, inteligencia artificial o neurociencias".
Explicó que cualquier tecnología tiene tres vertientes:
- Futuro suficiente claro: por ejemplo, sabemos que los smartphones se seguirán usando
- Futuros alternativos: qué variables tendrán por país
- Un rango de futuros: cómo podemos aplicar todas las herramientas de conocimiento para seguir mejorando la calidad de vida, ¿hay ética en cuanto al uso de la tecnología?
"La tecnología e innovación funciona de dos maneras: push y pull", explicó.
Innovación impulsada por la tecnología (push)
Aquí el investigador primero descubre algunos componentes que son útiles, les da una función y ataca un problema de la sociedad.
Molina dio un ejemplo: Carmen Hernández Breneshalló, una investigadora del Tec de Monterrey que descubrió en el hueso de aguacate moléculas llamadas acetogeninas, que pueden ser usadas como medicamentos y conservadores de alimentos.
De esta manera atacó el desperdicio de las grandes agroindustrias y dio una alternativa para disminuir las enfermedades cardiovasculares y reducir el riesgo de cáncer relacionado al consumo de conservadores.
Innovación dirigida por necesidades (pull)
El investigador busca de mano de los diferentes desarrollos resolver un problema específico de la sociedad.
Tal fue el caso de Ramsés Galaz, un ingeniero del Tec que junto con su empresa GSE Biomedical, afrontó el reto de crear un ventilador de emergencia para respiración asistida de los pacientes con la COVID-19.
“Éste es un gran ejemplo de cómo a través de los desarrollos tecnológicos se buscó desarrollar en tiempo récord el ventilador automático para atender una urgencia que dictó la pandemia”, dijo Molina.
Durante la conferencia, Arturo Molina brindó más ejemplos de lo que el Tecnológico de Monterrey está haciendo en investigación en tecnologías disruptivas.
"Las tecnologías disruptivas están englobadas en cuatro grandes: la nanotecnología, biotecnología, tecnologías de información y comunicación, además de ciencia cognitiva".
Un futuro híbrido (en todos los sentidos)
“La pandemia nos enseñó que hay que trabajar juntos, necesitamos más red de innovación abierta”, dijo abriendo el camino a nuevas relaciones entre el Tecnológico y externos.
Además, señaló que todas necesidades básicas deberán ser replanteadas a modelos híbridos, la salud, el transporte y la educación.
“En el Tec ya se está trabajando –por ejemplo– en el monitoreo de aguas residuales en el campus para detectar si hay un foco de infección. Eso hará la vuelta a clases más segura”, dijo.
Además, señaló otros proyectos como las pruebas de COVID-19 más rápidas, transporte con electro movilidad entre otros.
“Para identificar las oportunidades de innovación los científicos debemos buscar soluciones existentes y hacer estado del arte”, además señaló algunas de las megatendencias que los innovadores deben tener en el radar.
- Comercio electrónico
- Invernaderos inteligentes
- Agroindustria
A manera de autocrítica, señaló una de las áreas que se deben mejorar: “Tenemos que acercarnos más al campo y ver sus necesidades. No estamos conectados con los entornos económicos del país, no sabemos qué necesitan. Ahí tenemos que estar”.
El 51 Congreso de Investigación y Desarrollo
Del 24 al 26 de febrero se lleva a cabo la edición 51 del Congreso de Investigación y Desarrollo (CID), un evento anual que se realiza desde hace más de 50 años. y que este año es en línea debido a la pandemia.
Su objetivo es compartir con la comunidad de México y del mundo los resultados de la investigación que se desarrolla en la institución, y así, vincular el conocimiento con la sociedad, a fin de poder impactar en el ámbito social, educativo, económico, de la salud, entre otros.
"Queremos ser una universidad con más investigación que nos lleve a generar más conocimiento y encontrar soluciones a problemas relevantes de nuestra sociedad", señaló David Garza, rector y presidente ejecutivo del Tec.
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