“Un profesor trabaja para la eternidad, nunca sabrá hasta dónde llegará su influencia”, es la cita de Henry Adams que el docente Román Martínez utiliza para describir la esencia de su trayecto como colaborador en el Tec de Monterrey.
Román Martínez cierra su ciclo como colaborador de planta después de más de 37 años de servicio, mismos en los que ha sido profesor, pero también ha ocupado responsabilidades relevantes en la institución.
En su trayectoria colaboró estrechamente en varios equipos de trabajo con David Garza, incluyendo en la transformación del nuevo Modelo Educativo del Tec, así como iniciativas clave de reconocimiento a estudiantes y docentes.
“A lo largo de su trayectoria, Román ha dejado una huella imborrable en nuestra comunidad. Más allá de todas sus funciones directivas, Román ha sido un maestro en el sentido más profundo de la palabra”, expresó su líder actual Hugo Garza, vicepresidente de Estrategia.
“Les invito a sumarse al reconocimiento y agradecimiento a Román por su invaluable contribución a nuestra institución”, agregó.

Nuevo modelo educativo, reconocimientos a la comunidad y más
Apoyando a David Garza, Román Martínez fue pieza clave en la implementación del nuevo Modelo Educativo, basado en aprendizaje basado en retos, flexibiliad, profesores inspiradores y una vivencia memorable.
También, Martínez encabezó iniciativas para el reconocimiento de estudiantes y docentes, como Hi Tec!, Por siempre Tec, y Dejando huella, principalmente.
Además de ser profesor, función que seguirá ejerciendo, fue director de la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales, director de Operaciones en el Hospital San José; vicerrector de Transformación Educativa, y director de Estrategia, Efectividad e Impacto Institucional, entre otros puestos.
"Al dar clase descubrí que una cosa era mi profesión, pero que mi vocación era la docencia en la educación”.
Reconocimiento por su trayectoria
Durante la ceremonia de despedida en la Sala Mayor de Rectoría, David Garza, presidente ejecutivo del Tec, dijo que Román Martínez deja una huella muy profunda, y se queda como un legado en la institución.
"Román se ha destacado por su entusiasmo, su pasión y su creatividad. No es fácil encontrar a alguien que sea muy estructurado, muy organizado y que a la vez sea altamente creativo, altamente innovador", dijo Garza.
El presidente ejecutivo dijo que el principal legado de Román está en el Modelo Educativo Tec.

"El verdadero arquitecto, el verdadero cerebro detrás del (Modelo Educativo Tec) es Román Martínez", señaló.
Garza dijo que lo que siempre está presente en Román es que no deja de ser profesor en ningún instante.
"Es profesor con sus colegas, con sus líderes y con su familia. Ese es el otro gran legado que nos deja: que somos profesores las 24 horas del día, todos los días del año y con todas las personas que interactuamos.
"Quizá no se van a acordar de palabras, pero si se van a acordar de cómo cómo se sintieron, y esa es una sensibilidad especial que tiene Román en todo lo que hace", mencionó Garza.

Una vocación docente que marcó vidas
Graduado en 1987 del Tec como Ingeniero en Sistemas Computacionales, Martínez fue invitado a participar como asistente de docencia a sus 20 años mientras estudiaba la Maestría en Ciencias Computacionales.
“Me quedé a ser profesor de medio tiempo, sin imaginarme que iba a descubrir mi vocación. Al dar clase descubrí que una cosa era mi profesión, pero que mi vocación era la docencia en la educación”, reflexionó el profesor.
Román recibió la oferta de incorporarse como profesor de planta después de un año de participar en el programa como asistente, pues sus resultados en la encuesta de evaluación de alumnos habían roto récord en el departamento.
Durante sus ocho años iniciales como profesor de planta, Román creó su marca personal como un profesor exigente, pero siempre cercano y atento a las necesidades de sus alumnos.
“Calculo más o menos que han pasado por mis clases cerca de 6 mil estudiantes. Que la vida, que Dios me haya permitido dejar aportar un granito de arena en su formación es algo que me llena de mucha satisfacción”, comentó.
Según Garza, Román ha sido reconocido con la distinción de “Profesores que dejan huella” en los aniversarios 60, 70, 75 y 80 del Tec, manteniéndose frente a las aulas durante 75 semestres ininterrumpidos.
A lo largo de esos semestres, el profesor creó una costumbre característica donde el último día de clases entrega a sus alumnos un mensaje especial (diferente cada semestre) como recuerdo y como un consejo para sus vidas.
“He dado mensajes sobre lo que significa ser excelente, tener un equilibrio en la vida entre el trabajo y la familia, los amigos, etc. (...) buscar ser felices siempre y que la felicidad no era una meta, sino una forma de vivir el camino”, explicó el docente.

De director de carrera a director en operaciones hospitalarias
Con un palpable sentido de confianza entre sus alumnos, quienes ya habían fundado el Roman’s Club en su honor como mentor, Román se convirtió en el director de carrera de Sistemas Computacionales en 1997, a sus 30 años de edad.
Según sus exalumnos y pares, Román se distinguió como un director sensible y cercano a los más de 400 alumnos de la carrera en esa época, mismos que -a lo largo de sus ocho años en el puesto- aumentaron a 700 alumnos en total.
“Cuando me nombraron director de la carrera, esto representó un gran orgullo, siendo la carrera que de la que yo había egresado, la carrera que yo daba clase (...) era todo un honor”, contó Martínez a CONECTA.
“Ser tan cercano a mis estudiantes me permitía tener mucha sensibilidad de lo que sentían (...) entonces entro a la dirección con mucho impacto, con ganas de hacer muchas cosas, de reformar el currículum, mejorar en varios aspectos”, recordó.
Al descubrir su gusto por el diseño curricular y la incorporación de la tecnología para potenciar el proceso educativo, Martínez decidió estudiar un segundo posgrado, siendo alumno fundador de la Maestría en Tecnología Educativa.
Para Garza, el liderazgo de Martínez fue fundamental para la transformación de las carreras de sistemas a inicios del 2000 junto con el doctor Fernando Jaimes, generando una evolución y pasando de sistemas a tecnologías computacionales (ITC).
En 2005, Román fue elegido como director de Operaciones en el Hospital San José, liderando la ampliación del hospital, la conexión con el CITES de la Escuela de Medicina, la digitalización de ciertos servicios y la primera certificación internacional del hospital.
Además de sembrar los cimientos de TecSalud, Martínez también encabezó la coordinación del diseño del Zambrano Hellion y logró incorporarse como profesor fundador de la residencia de Calidad en la atención clínica.

Trayectoria en innovación educativa culmina en proyecto cumbre
Tras tres años de trabajo en el San José, Román regresó a campus Monterrey en el 2008 para apoyar a la recién creada Escuela de Ingeniería y Ciencias como director de Innovación y Calidad Académica de la misma.
“A pesar de que fueron años muy retadores y muy bonitos, mi corazón siempre seguía en la academia; entonces, cuando David Garza (actual presidente ejecutivo del Tec) me invita a colaborar, fue muy emocionante”, describió Martínez.
Más allá de los trabajos de organización, alineación y evaluación de profesores y alumnos, el director enfatizó la importancia de brindar experiencias de reconocimiento tanto a la facultad como a los estudiantes.
Román lideró iniciativas como Hi Tec! y Por siempre Tec, con eventos como las cápsulas del tiempo y la Ceremonia de las luces; también impulsó el reconocimiento Dejando huella, destacando el impacto de los profesores.
Hi Tec! tiene como objetivo dar la bienvenida a los estudiantes de primer ingreso; Por siempre Tec es la ceremonia donde los candidatos a graduar firman sus títulos.
En 2011, el profesor fue enfrentado con un nuevo reto como Director de Posicionamiento Estratégico del campus y, tan solo seis meses después, se le dio la tarea de fungir como director académico de la rectoría en Monterrey.
“A pesar de que fueron direcciones que parecían salirse de mi área, siempre me recordaron que no era el conocimiento lo importante, sino la capacidad del talento y la integridad, algo que me marcó”, reconoció Martínez.
Bajo esta perspectiva, Román fungió como director de Programas Académicos por cuatro años desde 2014, hasta ser nombrado vicerrector de Transformación Educativa en 2018.
De acuerdo con el académico, por ocho años hasta ese punto, su vida profesional giró alrededor del proyecto cumbre, que sería visto como parte de su legado y liderazgo: la transformación del modelo educativo que generó a Tec21.
Este modelo está basado en un aprendizaje basado en retos, con flexibilidad, profesores inspiradores y una vivencia estudiantil memorable.

Legado de colaboración educativa
En el Modelo TEC21, los aprendizajes de Román a lo largo de su carrera en el Tec convergieron, motivándolo a utilizar su experiencia para guiar a académicos y colaboradores a través de un proceso de cambio distintivo y profundo.
“David (Garza) empezó a proponer la necesidad de transformar de manera más radical nuestro modelo educativo, entonces siempre de su mano apoyé coordinando los esfuerzos y gestación de lo que hoy es Tec21”, expresó Román.
Para Román, el trabajo conjunto alrededor de Tec21 y su rol dentro del mismo ha sido uno de sus más grandes hitos y orgullos a lo largo de su trayectoria dentro de la institución.
“Todas las horas alocadas a la implementación y la movilización de este proyecto, pues son mi gran orgullo (...) todos los procesos y oportunidades que hubo para haber podido transformar la vivencia tanto para estudiantes como para profesores”, señaló.
Asimismo, como parte de su legado, Román destaca su rol de liderazgo en la Reunión Nacional de Profesores durante el proceso en el que se estaba rediseñando el modelo educativo, misma que ahora lleva alrededor de 10 años.
“Propuse que por primera vez en la historia del Tec se hiciera una reunión de profesores a nivel nacional, en ese entonces por disciplina (...) un gran reto que significaba movilizar a más de mil 200 profesores”, remarcó el docente.
“Usamos muchos simbolismos en esas primeras reuniones con pequeños detalles: les regalamos alebrijes e incluso semillas para que plantaran. Hay profesores que me han compartido que sus plantitas ya tienen 8 o 10 años, ¿es hermoso eso, no?”, señaló.

El camino no acaba, pero el recorrido se celebra
De 2021 hasta la actualidad, Román ha fungido como director de Estrategia, Efectividad e Impacto Institucional, donde se ha enfocado en el futuro del Tec, los siguientes grandes proyectos y el plan estratégico para 2030.
No obstante, el académico señala que durante todos sus cargos y años en la institución hubo una constante que no pretende cambiar en este punto de su vida: su compromiso y amor por la docencia.
“Nos complace saber que Román continuará compartiendo su experiencia y vocación como profesor de cátedra a partir del próximo año, y mientras él así lo desee”, destacó Hugo Garza.
A la par de su futura entrega como profesor de cátedra, Román dejó un plan para que la comunidad siga construyendo el camino hacia el centenario del Tec, reflejando su visión y amor por la institución.
En el plano personal, Román construyó a la familia Martínez Elizondo junto a Alicia, su compañera de vida, y sus cuatro hijos, quienes continúan con el sello de su papá como graduados y alumnos dentro del ecosistema de la institución.
Como parte de esta celebración al camino recorrido, Román extendió a su vez su reconocimiento y aprecio a algunos de sus mentores, entre ellos el Ing. Rafael Cárdenas, el Ing. Patricio López, el Dr. Fernando Jaimes y, por su puesto, David Garza.
“La palabra trascender es la que traigo más a flor de piel, siento que he podido hacer eso y me gustaría seguir haciéndolo (...) A los nuevos profesores les aconsejo, siéntanse orgullosos de su vocación en este modelo tan revolucionario”, indicó.
“Y a los alumnos: aprendan de sus fallas, vean su vida como un videojuego (...) Tienen muchas vidas y oportunidades para equivocarse, pero siempre deben y tienen que seguir jugando”, aconsejó.
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