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- ¿Son los grillos el alimento del futuro? Estos jóvenes así lo creen
Asael Villanueva | Redacción Nacional
Hay varios grillos en tu plato y no es necesario que llames al mesero. El futuro alimenticio apunta a los insectos y Griyum quiere ser líder en el rubro.
Francisco Pérez, Cristina Clocchiatti y Alejandro de la Brena son los jóvenes que fundaron una empresa de grillos comestibles en la ciudad mexicana de Querétaro.
Los 3 jóvenes son egresados de las carreras de Negocios Internacionales, Creación y Desarrollo de Empresas e Ingeniería en Biotecnología del Tecnológico de Monterrey.
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Griyum, produce harina a partir del grillo Acheta Domesticus, el cual requiere 2 mil veces menos agua y 25 veces menos superficie terrestre que una vaca.
Este grillo emite gases de efecto invernadero 100 veces menos que el ganado bovino produciendo la misma cantidad de proteína con un impacto menor en el ambiente.
A diferencia del chapulín, el grillo no tiene un sabor dominante por lo que el producto de Griyum es más sencillo de consumir y no afecta el sabor de los productos
Eso les abre las puertas en regiones y países donde los insectos son sinónimo de suciedad y existen regulaciones que penalizan su presencia en el plato de comida.
“Cuando estamos haciendo el proceso que conlleva el grillo [cocinar y deshidratar] huele a mantequilla […] cuando la pruebas es un sabor neutro”, mencionó Cristina.
Clocchiatti comenta que las empresas que compran harina Griyum han logrado crear totopos, tortillas, embutidos, pastas y galletas, entre otros productos.
Si no hay un mercado estable, ¡constrúyelo!
Cristina, Francisco y Alejandro se enfrentaron a varios problemas en el camino. Uno de ellos es que la recolección de insectos comestibles varía según la temporada.
“No ha habido una empresa a nivel mundial que pueda abastecer mensualmente 100 toneladas o 200 toneladas”, ejemplificó Cristina.
Por ese motivo desarrollaron un modelo de negocios que aseguró su producción, pero también les dio la oportunidad a pequeños productores de incursionar en el mercado.
Actualmente Griyum capacita a 3 granjeros de grillos en la ciudad de Tarimoro, Guanajuato, y planean a corto plazo poner 2 granjas más.
Este modelo de transformación social, les hizo acreedores al Premio Eugenio Garza Sada en septiembre del 2018 en la categoría Estudiantil.
Su siguiente paso es continuar creciendo y ampliando su mercado, todo con la intención de acabar con la pobreza nutricional en México.
“Nos hemos dado cuenta que lo que hace a una sociedad productiva es la alimentación […] de ahí se deriva la educación y otros aspectos”, comentó Cristina.
“Sabemos que puede ser un reto muy difícil, pero eso nos ha unido, nos apasiona”, finalizó.
¿Cómo nace el grillo?
La idea surgió en 2009 cuando Alejandro de la Brena, viajó a uno de los municipios más pobres de Veracruz.
Ahí descubrió que no existían opciones nutritivas para las personas del lugar y no había pescado, carne o pollo y sólo consumían productos procesados, como pan o embutidos.
“[Se preguntó] Por qué si la proteína es tan buena […] no está en todos los productos que consumimos diariamente”, comentó Clocchiatti.
Al volver a Querétaro, Alejandro comenzó a trabajar en el proyecto y fundó Griyum junto a Cristina y Francisco, en un invernadero a las afueras de la ciudad.
Actualmente atienden a 21 empresas para el desarrollo de nuevos productos y cuentan con más de 120 solicitudes del mismo.
Además, han trabajado con organizaciones públicas y privadas, como la Secretaría de Desarrollo Agrícola y Rural del estado de Guanajuato, donde instalarán tres granjas.
Asimismo, han incrementado el capital de la empresa mediante rondas de inversión y premios de emprendimiento como la edición 2017 de Mujeres de Impacto y Victoria 147.