Héctor Leal | Redacción Nacional
La vena artística es algo que distingue a Mario Andrés Escobar desde pequeño y no es casualidad: a su abuela le gustaba interpretar canciones regionales y boleros, mientras que su papá tuvo un grupo musical.
Ese antecedente familiar le permitió desde pequeño estar en contacto con la música y la batería se convirtió en uno de sus pasatiempos favoritos desde los 5 años. También aprendió a tocar el piano.
Ahora a sus 22 años, como alumno del Tecnológico de Monterrey en el campus Santa Fe, sueña con convertirse en organizador de conciertos en vivo, por lo que estudia Ingeniero en Producción Musical Digital (IMI).
Aunado a su preparación académica, en el contexto del Modelo Educativo TEC21, Mario Andrés ha podido involucrarse en actividades de Liderazgo y Formación Estudiantil (LiFE) durante su vida universitaria.
“Me gustaría ser parte de la organización y promoción de eventos, por lo que los grupos estudiantiles me han servido de encuentro para ponerlo en práctica, además de querer ser productor musical.
“Esto último –añade- lo descubrí en OMEGA (grupo estudiantil) gracias a que durante el Día Tec vinieron 'Los Claxons' y me encantó ver que las personas disfrutaran lo que hicimos”.
Desde el 2015 es presidente de OMEGA, dedicándose a la organización de eventos, conciertos, aniversarios del campus y rifas. Los fondos recaudados se destinan a causas sociales.
"Ser parte de LiFE es una oportunidad que está allí para que la tomemos y la explotemos al 100 por ciento", considera.
También ha sido participante recurrente en el Festival de la Canción y en 2016 su talento fue reconocido al ganar el tercer sitio como Mejor Instrumentista con la canción “Un error” que tocó a piano.
"Ser parte de LiFE es una oportunidad que está allí para que la tomemos y la explotemos al 100 por ciento"
ENERGÍA CON CAUSA
Mario Andrés, quien es originario y radica en la Ciudad de México, se considera alguien a quien le gusta estar en movimiento.
De niño canalizaba su energía jugando, practicando deportes como basquetbol y voleibol. También le gustaba construir cosas y dibujar. Actualmente sigue siendo una persona muy activa.
Para él y los habitantes de la CDMX, el 19 de septiembre de 2017 fue un parteaguas en su vida. El sismo de magnitud 7.1 que sacudió la ciudad causó pérdidas humanas, miles de damnificados y daños materiales a edificios.
Ante este escenario, Mario Andrés decidió participar en las acciones de rescate.
“Era una labor muy fuerte que no mucha gente se atrevía. A partir de las 5 de la tarde nos íbamos a dormir y a las 10 de la noche nos quedábamos de ver en el Tec y monitoreábamos en qué escombros estaban los relevos y nos metíamos nosotros a apoyar gente”, comparte.
Aunque este año parte de su tiempo lo ha dedicado al área creativa -primero en Claro Video y ahora en una agencia de publicidad- señala que ante cualquier eventualidad, estará listo para volver a ofrecer su apoyo.
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