Alejandro Martín del Campo | Opinión editorial | Director nacional de periodismo del Tec
En julio del 2016 un tribunal sancionó por 10 millones de pesos al académico y periodista Sergio Aguayo por escribir una columna de opinión. En marzo del 2022 la Suprema Corte de Justicia anuló la sentencia y lo absolvió del pago.
La académica y periodista Denisse Dresser participa activamente en la plataforma Twitter, en donde publica sus columnas y opiniones. Nueve de cada diez mensajes que recibe, son insultos y ataques, según un análisis de El Colmex. El acoso no cesa.
El asedio a los periodistas no solo se mudó de los tribunales al espacio digital, también se expandió pues ahí, todos los días la libertad de prensa y la privacidad están en disputa.
Por lo anterior, la UNESCO, decidió conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa y reflexionar sobre las múltiples formas en que la vigilancia, la inteligencia artificial y la recopilación masiva de información, no solo afectan al periodismo, pues también inciden en la confianza del público en los canales de comunicación digital.
El acoso digital a los periodistas no es un problema exclusivo de nuestro territorio, la prensa independiente está bajo persecución permanente en todos muchos países de todos los continentes.
El problema se agudiza dado que las plataformas han acaparado el espacio digital en el que las personas se informan y los periodistas las necesitan para difundir su trabajo. Sin embargo, éstas no necesariamente necesitan del periodismo en el cumplimiento de sus intereses.
Los primeros pasos para recobrar la esperanza y recomponer un Internet más abierto, seguro y con mayor protección para el periodismo se están dando.
El parlamento europeo firmó la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Servicios Digitales las cuales tienen apartados que inciden tanto en la protección y preservación de los derechos digitales, por ejemplo: protección de violencia cibernética, obligaciones de transparencia, eliminación rápida de contenidos, entre otros.
En México, los reporteros y defensores de derechos humanos no solo enfrentan el ataque digital, sus actividades se han vuelto de alto riesgo.
Este año se cumple una década de la creación del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas cuyo objetivo es salvaguardar la vida, integridad, libertad y seguridad de quienes ejercen el periodismo, la defensa de los derechos humanos y libertad de expresión.
En 2018, 758 personas recibían dicha protección, actualmente lo hacen un poco más de mil 500 de las cuales 495 son periodistas. El sustancial incremento de casos no debe ser el único motivo de alarma, también lo son las debilidades instrumentales y la permanencia de un programa temporal.
Esperemos que México retome el avance europeo y abra pronto las discusiones en materia digital, pero también avance de manera firme y decidida en la adecuación e implementación de las diferentes recomendaciones al modelo de protección a personas defensoras de Derechos Humanos y a periodistas en cuanto al aseguramiento y protección de sus derechos antes de que la costumbre se vuelva hábito.
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