Héctor Leal | Redacción Nacional
Uno de los musicales más emblemáticos de la historia marcó su vida: cuando tenía tan sólo 5 años, Paula Pía Díaz Alanís asistió con sus papás a ver “El Fantasma de la Ópera” y desde ese momento sintió que la actuación sería parte fundamental de su vida.
Fue así que el arte y la cultura empezó a ser parte de su mundo, por lo que aprendió a tocar el piano y además tomó lecciones de canto.
Ahora, como alumna de Derecho en el campus Santa Fe, el Modelo Educativo TEC21 le permite a través de actividades de Liderazgo y Formación Estudiantil (LiFE) seguir desarrollándose en esos ámbitos.
Paula es parte de la compañía representativa de teatro del campus, en donde ha sido parte de puestas en escena como las obras "Se busca en esta persona" y "¿Cuánto cuesta el hierro?”.
“Mi rol principal es de actriz, pero igual he desempeñado otras diferentes ramas dentro de la misma compañía en cuestión de luces, staff. Es algo que disfruto enormemente”.
Admira a actores como Luis Gerardo Méndez y Meryl Streep, y aunque le gusta la comedia, desea convertirse en una actriz completa.
“Después de Leyes sí me gustaría dedicarme a ser actriz e irme a CasAzul, que es una escuela de arte dramático ubicada en la Ciudad de México y potenciar mis cualidades”, comparte.
Paula, de 18 años de edad, también señala como una de sus pasiones la conducción de eventos. “La verdad lo disfruto mucho. Conducir me fascina y se me hace divertido”.
JOVEN COMPROMETIDA
“Me gusta hacer algo por mi país”, confiesa Paula. “Creo que se necesitan muchas manos, corazones sensibles ante lo que sucede”.
Este sentir la ha llevado a participar en iniciativas como "Narradores por la Seguridad", a través de la cual por medio de la actuación se exponen temas como el secuestro, extorsión, delitos cibernéticos, entre otros.
“Es un proyecto en el que ayudamos a la Policía Federal a abordar por medio de mini-historias estos temas y poder generar una cultura de prevención en orfanatos, asilos, primarias y secundarias”, describe la joven.
“Me gusta hacer algo por mi país. Creo que se necesitan muchas manos, corazones sensibles ante lo que sucede”.
Paula también ha sido voluntaria en el Comedor Santa María, así como en TECHO, organización latinoamericana liderada por jóvenes que promueve el desarrollo comunitario, la construcción de viviendas de emergencia, así como la lucha contra la extrema pobreza.
Tener la oportunidad de compaginar su carrera profesional con este tipo de actividades y relacionarse con jóvenes que cuentan con los mismos intereses ha sido parte de su experiencia universitaria.
“La verdad me ha servido muchísimo. Creo que son oportunidades que no las encuentras en cualquier lugar, porque te topas con personas que te ayudan a crecer dentro de la actividad y además te ayudan a crecer de una forma humana”.
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