Martín Rodríguez | Redacción Nacional
El Premio Pritzker, otorgado anualmente por la fundación Hyatt y conocido como elNobel de Arquitectura, fue entregado este año al hindú Balkrishna Doshi y para conocer más de este arquitecto, 4 EXATEC, quienes tuvieron la oportunidad de trabajar a su lado, nos cuentan lo que es el día a día para este personaje.
Entre ellos tenemos al arquitecto Arturo Acosta, quien lo conoció estando de intercambio en la India:
"Doshi es una persona muy tranquila, va a yoga y da clases en una universidad, luego al despacho, donde suele tomar el té. La oficina se encuentra en un edificio, sin grandes lujos, siempre sencillo", cuenta.
Tambiénpara la arquitecta Jeimi Cuendulain, la sencillez con la que vive el arquitecto fue impactante.
"Trabajar en la oficina de Doshi fue una experiencia distinta a todo lo que había vivido antes, comíamos en el jardín todos los días, nos sentábamos en el pasto, el contacto con la naturaleza era elemental, había momentos en que pasaban animales corriendo en el jardín, para mí era impresionante y para ellos era lo más natural".
Doshi fue alumno de Le Corbusier y Louis Kahn, grandes personajes de la arquitectura.
Ha sido destacado por interpretar la arquitectura y transformarla en construcciones que respetan lo local pero mejoran la calidad de vida de la India.
Airam Moreno, quien egresó de arquitectura en 2015, cuenta cuáles son sus características:
"Supo adaptar las enseñanzas de sus maestros al contexto hindú, aunque tuvo la oportunidad de quedarse en Europa, el amaba su país, lo cual ha demostrado hasta la fecha", explica.
"El orden del arquitecto es impecable, algo que a mí me costaba trabajo, cuando me cuestionó mi desorden, le respondí que era para continuar con el trabajo tal y como lo dejé un día anterior, y al creer que me corregiría, se quedó reflexionando sobre otra manera de trabajar y afirmó convencido", nos añade el EXATEC Giovanni Llamas.
"Es una persona convencida de cambiar el mundo para bien, me enseñó a aprender de mis errores al grado de marcarlos con tinta en mis borradores para seguir aprendiendo de ellos en el futuro", continúa Llamas.
Estos arquitecto pudieron trabajar con él, gracias al Grupo Especial de Diseño, el cual es un programa especial de prácticas profesionales de la Escuela de Arte y Arquitectura del Tec de Monterrey, donde los alumnos pueden aplicar a laborar en los despachos más reconocidos internacionalmente.
"Gracias al programa del Tec pude trabajar en el concurso para diseñar el museo Guggenheim al lado de Doshi, así como trabajar en el diseño del Indian Institute of Management y el de una escuela, donde el fin era dañar lo menos posible las áreas naturales. Fue ahí donde aprendí que, además de un trabajo de arquitectura, era una filosofía de vida del Maestro Doshi", explica Moreno.
Los arquitectos nos añaden que la humildad y la capacidad de preocuparse por los sectores de la población con escasos recursos, inspiran a querer realizarlo en México y a tomarlo en cuenta al momento de diseñar este proyectos de urbanismo.
"Me gustaría que proyectos como el INFONAVIT puedan tener esta visión de ser muy humanos, sé que Doshi no inventó el hilo negro, pero me motivó a buscar la oportunidad de cambiar nuestro país, y es por eso que en mi trabajo siempre lo considero e invito a los demás a hacerlo de igual modo", concluye Airam.