Zinnia González creció en la huerta de sus padres, entre árboles, flores y una tierra que tomaba como laboratorio para hacer experimentos con sus hermanos.
Lo que comenzó como un juego a ser investigadora se convirtió en el camino de Zinnia, quien ha desarrollado proyectos en diferentes países.
Zinnia es una de las 19 ganadoras del Premio Mujer Tec 2025, galardón que se atribuyó por su contribución al medio ambiente.
La originaria de Durango es líder del Proyecto Mezquite, iniciativa que busca recuperar y compartir el conocimiento sobre el árbol de mezquite en comunidades de México y África.

Proyecto Mezquite
“Siempre había tenido la inquietud de ver cómo crece el mezquite en México de forma nativa y cómo eso no lo apreciamos", dijo.
El doctorado en Ciencias de las Plantas que realizó en la Universidad de Nottingham, en Inglaterra, fue vital para este proyecto, explicó.
“Durante mi doctorado me brindaron la oportunidad de acceder a un fondo de investigación, esto lo vi como una oportunidad para poder arrancar Proyecto Mezquite”, detalló.
En 2019, Zinnia González comenzó a estudiar las propiedades nutricionales, anti nutricionales y toxicológicas del Mezquite utilizando enfoques participativos comunitarios.
“Uno de los primeros proyectos lo realizamos en Sonora y tenía el objetivo de empoderar a las mujeres, les enseñamos cómo utilizar y beneficiarse del mezquite de manera sostenible, además de reforestar áreas donde existía este árbol.
“También les ayudamos a desarrollar prototipos de filtración de agua con mezquite para brindar soluciones a la falta de agua en zonas áridas y semi áridas”, detalló.
La investigadora es egresada de la Licenciatura en Biología por la Universidad Autónoma de Nuevo León y EXATEC de la Maestría en Ciencias Agrícolas en campus Monterrey.
En el 2023 recibió el reconocimiento ‘Mexicanos Distinguidos en el Extranjero’ otorgado por la embajada de México en Reino Unido, por su Proyecto Mezquite.
Lleva su iniciativa a comunidades en África
Con la misma inquietud de preservar el árbol de mezquite, Zinnia González llevó su iniciativa a comunidades de Kenia y Tanzania, en África.
“En África vimos que el problema que ellos tienen con el árbol de mezquite es lo contrario de lo que se vive en México porque ahí se ha vuelto una especie natural invasiva.
“En ese sentido generamos algunos manuales para informar a la población del manejo del mezquite y que conozcan los diferentes usos que le pueden dar a esta especie natural”, compartió.
Entre los productos que se pueden derivar del mezquite se encuentran la harina de sus vainas y semillas para tortillas, galletas y pasteles, la goma (que se emplea como golosina), pegamento y otros usos domésticos.
Mientras que su madera puede ser utilizada para hacer muebles, artesanías y carbón.

Comparte liderazgo con mujeres en Nicaragua
Zinnia González aseguró que uno de sus mayores sueños es poder ayudar a las comunidades marginadas, sin embargo, ayudar directamente a las mujeres de esos entornos es algo que la ha marcado significativamente durante su trayectoria.
Ejemplo de esto fue su proyecto en una cooperativa para mujeres en Nicaragua, donde crearon una empresa social que las ayuda a exportar productos derivados del aceite de ajonjolí, utilizados en la industria cosmética en Inglaterra.
"Siempre había tenido la inquietud de ver cómo crece el mezquite en México de forma nativa".
“Lo que hicimos fue ayudarlas a hacer una relación de costos para saber cuánto costaba su producto realmente, es lo que se le conoce como el costo ‘horas hombre’.
“Pero, las mujeres que trabajan en la cooperativa también cocinan, cuidan a sus hijos y atienden su hogar, entonces dijimos '¿por qué no sacar el costo ‘horas mujer’?' el trabajo de ellas también se tiene que reconocer”, afirmó.
Además de este análisis, la investigadora, junto con sus compañeras de trabajo, realizó diversos talleres en la comunidad para ayudar a las familias a reconocer el valor del trabajo hecho por las mujeres.
Sus padres, su mayor inspiración
Sobre cuál es su mayor inspiración en el día a día, la investigadora no duda en responder: "mis padres".
Originarios de Ocotlán, Jalisco, los padres de Zinnia González siempre tuvieron la visión de que la educación tenía que ser lo más importante en la vida de sus 6 hijos, 5 mujeres y un hombre.
“Mi papá nos cuenta que, cuando era niño, algunos de sus amigos se fueron a la Ciudad de México y regresaron con zapatos nuevos, como si la ciudad los hubiera cambiado.
“Eso lo marcó mucho y no desistió hasta que pudo irse a la Ciudad de México a estudiar en el Instituto Politécnico Nacional. Trabajaba de mesero para pagarse la carrera y eso es algo que admiro de él, su perseverancia”, compartió.
“Si mi conocimiento puede servir a generar oportunidades para los demás, entonces esa es mi misión de vida".
Su mamá, secretaria de profesión, buscaba ser doctora, pero debido a su situación económica no lo consiguió, sin embargo, se aseguró de que sus hijos sí tuvieran la oportunidad de estudiar una carrera.
“Todos queríamos estudiar una carrera y mi mamá dijo ‘yo no sé cómo le voy a hacer, pero si todos quieren estudiar, lo haré posible’, así que abrió un restaurante para poder pagarnos los estudios.
“Yo la ayudaba después de la escuela, a veces me daban las 10 de la noche ahí con ella haciendo la tarea y me quedaba dormida del cansancio, pero es por ellos que hoy estoy aquí”, recordó.
Esa constancia llevó a Zinnia a recibir el premio como la Mejor Estudiante en México en 1992 y, posteriormente, en 1996 el Premio Rómulo Garza en el Tec de Monterrey.

Sobre el reconocimiento Premio Mujer Tec
Ganadora del Premio Mujer Tec 2025 en la categoría Medio Ambiente, Zinnia González añadió que enfocar su labor en el bienestar de los demás es una oportunidad única en la vida.
“Si mi conocimiento puede servir a generar oportunidades para los demás, entonces esa es mi misión de vida.
“Atrévanse a soñar, que no hay nada imposible, el mundo está ahí para todos, para todas, luchen y tomen todas las oportunidades que les lleguen”, comentó.
El Premio Mujer Tec nació en 2013 como un proyecto académico de la profesora Luz María Velázquez, a la par de estudiantes de la clase Mujer Profesionista Competitiva, de campus Monterrey.
Las ganadoras recibieron una presea titulada Mujer retadora, en latín Muliere Amet, diseñada por C37 e inspirada en la escultura Fearless girl de Kristen Visbal, simbolizando el liderazgo de las mujeres.
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