Cada tercer domingo de junio se festeja a los papás en México, rol que responde a la transformación de las sociedades, de acuerdo con César Herrera, director del departamento de asesoría y consejería del Tec, campus Monterrey.
Ser una figura que guíe a los hijos frente a un mundo que se mantiene en constante cambio a través de valores como el respeto y la responsabilidad, son elementos que van tejiendo la mayor aspiración de un padre.
Estas cualidades, explicó Herrera, han hecho que el sentido de ser papá cambie, se multiplique y diversifique para ser un complemento importante en la vida familiar.
Y para honrar este símbolo de paternidad fue creado el Día del Padre, conmemoración que se celebra en México desde los años 50.
“Hay muchos que ven el ser padre como una consolidación de uno mismo, como un proyecto personal y la consolidación de una madurez, además de sentirse orgullosos”, expuso Herrera.
Sin embargo, la paternidad no solo trae consigo grandes momentos de felicidad, también representa una gran responsabilidad en la búsqueda de ser un pilar en el éxito de sus hijos y seres queridos.
“Creo que los papás de ahora, en la mayoría, tienen más claro el proyecto de lo que es ser padre, la dimensión de esto y también en este sentido tienen claro que es un trabajo en equipo.
"Y con los cambios actuales tienen que mantenerse familiarizados con las nuevas tendencias no solo para estar más conectados, sino también para identificar los riesgos que implican estos nuevos comportamientos”, mencionó.
¿Qué nos enseña papá?
Aprender a relacionarnos con nosotros mismos, con compañeros y amigos, además de entender lo que es la autoridad y la bondad son otros elementos que definen a la figura del padre dentro de la sociedad, agregó el experto.
“Los papás nos volvemos los cómplices o a veces los castigadores de nuestros hijos, pero son en esos momentos cuando se va educando, porque los ayudamos a entender toda la dimensión de emociones”, reflexionó.
Estas situaciones se van sumando a una experiencia que, con el tiempo se refleja en las acciones y, sobre todo, en las relaciones que van formando los hijos a lo largo de su vida, ya sean personales o profesionales.
“Un padre siempre será un complemento en la formación de la persona y la personalidad de un ser humano”, afirmó.