Por Wendy Herrera | campus Monterrey
La historia de Adrián en el Tec comenzó hace más de 4 años cuando ingresó al campus Monterrey como parte de la primera generación del programa que le otorgó una beca del 100% y le permitió cumplir su sueño de estudiar Ingeniería Mecatrónica en la Institución.
“Recibí la carpeta donde decía que estaba aceptado a la beca de Líderes del Mañana y no me lo podría creer”, recordó Adrián con emoción.
A lo largo de su carrera, el joven de 22 años asegura que ha ganado conocimiento, experiencia, amigos, pasión y el compromiso de seguir retribuyendo las oportunidades que se le han brindado para contribuir a un mejor futuro.
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MECATRÓNICA CON SENTIDO HUMANO
El Líder del Mañana afirmó que buscará emprender proyectos de ingeniería con un enfoque social y a largo plazo le gustaría poder tener una empresa propia.
Durante cuatro semestres y dos veranos, el alumno participó como instructor y coordinador en Mini Robótica, un programa de servicio social comunitario que ofrece cursos de robótica a niños y adolescentes.
“El proyecto que más me ha cambiado ha sido Minirobótica, me gustó mucho. Cuando los niños te agradecen por haberles enseñado es algo que te llena el corazón”, manifestó.
“Además, este proyecto me ayudó a reafirmar la decisión de la carrera que elegí estudiar”.
Dávila también desarrolló proyectos académicos con un enfoque social, como el prototipo de un bastón para personas con discapacidad visual.
Adrián relató que su estancia en el Tec ha sido realmente transformadora en muchos aspectos.
“Me veo ahora de cómo era hace cuatro años y soy muy diferente físicamente, emocionalmente, psicológicamente, en mis metas. No tengo palabras para agradecer a toda la gente que me ha apoyado”, dijo.
"No tengan miedo en intentarlo, yo lo intenté y aquí estoy a punto de graduarme de una de las mejores instituciones del país. Uno de los sueños de mi vida", añadió.
FORMACIÓN MULTIDIRECCIONAL
Dávila también fue director de campañas financieras de la mesa fundadora de ANDAR México, grupo estudiantil que busca concientizar a los alumnos del impacto de sus decisiones en la sociedad.
“Cuatro años de clases con diferentes compañeros, algunos de otros países, teniendo interacciones con personas del otro lado del mundo, te abre la manera de ver las cosas por mucho”, compartió.
“Ya no te encierras nada más en ‘mi mundo, mis cosas y a que quiero llegar’, ahora ves a dónde puedes llegar y a quién puedes ayudar a tu alrededor”.
Del verano de su sexto semestre hasta el séptimo realizó prácticas profesionales en una consultora de proyectos de ingeniería, donde ganó experiencia y empleó sus conocimientos de manera práctica.
“Fui parte del desarrollo de proyectos como inspección de motores de auto y brazos de robot en líneas de producción. También diseñé aplicaciones para sistemas de visión”.
Durante los nueve semestres de su carrera, Adrián además complementó su formación formando parte de un equipo de fútbol soccer intramuros de segunda categoría.