Dragones, gárgolas, jaguares, reptiles, aves y decenas de seres místicos llegaron esta semana al campus Monterrey con todo su colorido y tradición, cobrando vida de la mano e imaginación de más de 80 estudiantes.
Alebrijes: animales fantásticos entre la realidad y la imaginación, es el proyecto que se está desarrollando en estos días como parte de Semana i y en el que los jóvenes están teniendo una aproximación a la cultura mexicana a través de estos seres fantásticos.
Así lo explicó el profesor Samuel Cepeda, coordinador de la actividad, quien, además compartió que este taller lo que busca es que los muchachos logren un pensamiento crítico a través de diversas comparaciones culturales.
“Esta actividad es una intervención de dos artesanos que vienen de Oaxaca a trabajar con los muchachos tratando de explicarles todo el proceso del alebrije, desde el lijado de las piezas hasta el acabado final.
Lo que sucede en medio es que a través de técnicas SlowU es intentar que ellos conecten culturalmente con lo que está pasando, lo que hay detrás de los manejan este tipo de piezas”, señaló.
SlowU es una cultura que se inspira en los movimientos slow, y que reclama la lentitud como una forma de hacer universidad.
Plantea, además que, para permitirse hacer otras preguntas, escuchar y experimentar juntos se requiere tiempo.
“Uno de los mayores retos aquí tiene que ver con un asunto de procesos creativos, una cosa es lo que ellos ven y se imaginan y otra cosa es lo que terminan haciendo”, señaló el profesor.
Siguiendo esta técnica, 83 alumnos de diversas carreras del campus Monterrey se sumaron a este reto cultural, guiados por la experiencia de dos artesanos originarios de San Antonio Arrazola, Oaxaca.
En esta comunidad se inventaron los alebrijes tallados en madera, allí todos los habitantes se dedican a este oficio, en total son alrededor de 80 familias artesanas que tienen sus talleres en sus propias casas esparcidas por todo el pueblo.
Víctor Montiel Aguilar, es uno de estos artesanos originarios de San Antonio Arrazola y que actualmente participa en el taller de alebrijes en el campus Monterrey, para él compartir su conocimiento con los jóvenes es una oportunidad para resaltar el valor de la artesanía.
“En este taller tratamos de concientizarlos sobre el trabajo que requiere el hacer una artesanía, porque a veces minimizamos la artesanía en cuestión de costos, pero intentamos hacerles ver que en realidad no es fácil hacer este tipo de trabajos”, mencionó.
Entre los consejos que compartieron con los asistentes se encontraba el cómo combinar colores para generar contraste, además de inspirarlos con ideas para plasmar sobre la madera.
“Primero les explicamos cómo tallamos la madera de copal y ya luego les ayudamos con ideas sobre cómo pintarlos ya sea con un cosmos, naturaleza o incluso con códices prehispánicos.
No les decimos que hagan un trabajo de pintura perfecto, pero si les decimos que lo intenten, para que vean que es un trabajo de mucho detalle que te puedes llevar en hacer de una semana hasta un mes o más”, dijo.
Al finalizar la Semana i, el próximo viernes 1 de noviembre, los alumnos expondrán las piezas finales de los alebrijes en el Pabellón La Carreta donde toda la comunidad podrá conocer de cerca los resultados de este taller.
COMPARTEN ALUMNOS EXPERIENCIA ÚNICA
LEE TAMBIÉN: