Para promover el diseño de espacios públicos enfocados a las necesidades de niños y bebés, la Fundación FEMSA y el C-LAB lanzaron una publicación digital con casos de éxito.
La publicación llamada De la planeación a la acción. Catálogo de ideas para diseñar espacios públicos para primera infancia y niñez, presenta 25 proyectos que son ejemplo de buenas prácticas.
La forma en que el niño interactúa en su entorno tendrá un impacto en el resto de su vida, por eso es relevante crear espacios públicos de acuerdo a sus necesidades, señaló Eva Fernández, gerente de Desarrollo de la Primera Infancia de la Fundación FEMSA.
“La primera infancia es una de nuestras causas y estamos convencidos de que la inversión en esta etapa de la vida es importantísima para el desarrollo de las personas y, por ende, también de las comunidades que formamos.
“El entorno en que vive el niño, su casa, su barrio y su ciudad, impactará de manera importante su salud, su comportamiento y las oportunidades que tendrán para desarrollarse a lo largo de sus vidas”, manifestó el pasado 14 de septiembre de forma virtual.
Con este compendio se busca inspirar la transformación de espacios públicos desde la mirada de los niños, añadió Fernández, ya que para el 2050 el 70 por ciento de ellos vivirán en ciudades.
Ejemplo de espacios públicos para niños
Calles con cruces enfocados a niños, plazas o patios escolares con accesorios que fomenten el aprendizaje y el juego son algunos de los diseños que se presentan en la publicación, la cual está accesible de forma gratuita en https://www.tejiendocomunidad.mx/publicaciones.
Son 25 proyectos, 24 de América Latina y uno de España, todos enfocados a inspirar a la acción, manifestó Nélida Escobedo, profesora de Arquitectura y coordinadora del C-LAB en la Región Monterrey.
“Incluimos proyectos que pueden ir de una dinámica muy puntual en una parada de autobús, o un pequeño parque de bolsillo, en una escuela o en unas escaleras.
“Pasando por proyectos de mediana complejidad, ya en una escala de un barrio o una comunidad, hasta proyectos de una escala más amplia, una escala ciudad y que enmarcan dentro de unas políticas públicas o de ámbitos regulatorios más amplios”, explicó.
El compendio también tiene un decálogo de principios básicos y va dirigido a cuidadores, servidores públicos, comunidades escolares, organizaciones, grupos vecinales, entre otros grupos, apuntó la profesora de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño (EAAD).
“El entorno en que vive el niño, su casa, su barrio y su ciudad, impactará de manera importante su salud, su comportamiento y las oportunidades que tendrán para desarrollarse a lo largo de sus vidas”. Eva Fernández
Entre los puntos a resaltar de los proyectos es que deben ser diseñados de acuerdo al contexto de su comunidad y el juego debe ser un punto central, mencionó Escobedo.
“El espacio público no puede ser diseñado como un molde de galleta. Tiene que ser diseñado de acuerdo al contexto particular de cada comunidad y de los usuarios”, dijo.
Incluir la voz de los niños y sus cuidadores en el diseño, así como colaborar con gobierno e iniciativa privada para su elaboración, son otras de las pautas de los proyectos.
Las mejores prácticas urbanas
Que las personas tengan cerca de su hogar los lugares que necesiten para llevar a cabo su quehacer diario es esencial en su calidad de vida, indicó Vanessa Lainez, coordinadora del Programa en Perú de la Fundación Bernard van Leer.
“Necesitamos que las personas tengan soluciones en su barrio. Que puedan salir un poco a despejarse, que puedan salir un rato a tomar el sol, a jugar.
“En la mayoría de las partes de las ciudades no está contemplado, lo que afecta finalmente a la vida cotidiana y al desarrollo de los más pequeños”, manifestó la especialista en el evento virtual.
Lainez comentó sobre el diseño de ciudades de 10 minutos, en los que las personas tienen acceso en esa cantidad de tiempo a una escuela, servicios médicos, parques y otros lugares que necesiten.
Los espacios como los parques públicos deben estar adaptados tanto para los niños como quienes los cuidan, agregó la especialista.
“Si queremos que el niño disfrute del juego en ese espacio necesitamos que los papás, los abuelos o los cuidadores también se encuentren cómodos.
“Necesitamos espacios que acojan a todas las edades para que los niños pequeños puedan permanecer más tiempo y explorar libremente”, comentó.
El C-LAB es un laboratorio de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec que busca generar proyectos innovadores, sostenibles e inclusivos en la comunidad.
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