Por Juan Pablo Quintana, Rita Sarmiento y María Alcalá
Del 29 de noviembre al 1 de diciembre, la música y el baile del Cascanueces sumergió a la comunidad Tec en un espíritu navideño.
El Cascanueces es un cuento navideño escrito por el alemán Ernst Hoffman, que fué llevado por primera vez a los teatros como ballet en la Rusia de 1892, dirigida por Ivan Vsevolozhsky y con la compleja música de Piotr Ilich Chaikovski.
Desde entonces, miles de artistas alrededor del mundo han llevado a escena este espectáculo, poniendo al público de pie con la historia fantástica de este pequeño juguete que cobra vida en Navidad y que encuentra el amor en una niña pequeña.
La orquesta y los bailarines regiomontanos no decepcionaron al seguir esta tradición teatral, dando un espectáculo lleno de luces, piruetas y dulces melodías, que inundó el teatro de aplausos de un público impresionado .
Durante tres meses los alumnos de la Orquesta Sinfónica del Tec prepararon la banda sonora de esta obra musical, trabajando codo a codo con la Compañía de Ballet de Monterrey, para poder dar un gran espectáculo a los espectadores del evento.
La orquesta está conformada por 85 alumnos y 10 maestros, y para el Cascanueces contaron también con la participación de un grupo de 15 niños del colegio San Roberto como coro.
“Es orquesta sinfónica romántica”, comentó el director Roberto Hernández.
"Están todos los instrumentos de la orquesta: dos arpas, violines, violas, chelos, contrabajos, toda la sección de madera completa, toda la sección de metales completa y toda la sección de percusiones, es una orquesta gigante".
Hernández también destacó el orgullo que siente por la orquesta y de formar parte del Tec.
“Estamos muy orgullosos del Tec de Monterrey, de todo el apoyo que está dando a la cultura que cada vez es más notable, no solamente lo que hacemos nosotros”, dijo.
Por su parte, el director de Arte y Cultura, Marcelo González, aseguró que junto con Hernández Vivero, buscaba que los alumnos alcanzaran un nivel para compartir escenario con profesionales como los miembros del Ballet de Monterrey.
“Los estudiantes tuvieron que sobreponerse a muchos retos, entre ellos reproducir la música de Chaikovski, la cual es extremadamente compleja, además de trabajar al mismo tiempo en otras producciones musicales, sin olvidar sus responsabilidades académicas”, comentó.
Un elemento fundamental para llevar a cabo conciertos como El Cascanueces es sin duda un apoyo de maestros y profesionales de la música, como los que conforman la orquesta del campus Monterrey.
“Cuando tú le pones retos complejos a los chicos, siempre tienen la idea de que no lo podrían lograr, pero con la ayuda de los maestros y a medida que la música les fue enamorando, empezaron a sobresalir y a sobresalir con excelentes resultados”, afirmó Roberto Hernández.
Para los alumnos de la orquesta, eventos culturales como estos son una oportunidad para dar a conocer su potencial y unir esfuerzos con sus compañeros.
Sebastián Zavala, alumno de cuarto semestre de la carrera de LAE, compartió que ser parte de la orquesta representó ser parte de una comunidad.
“Somos muy unidos la verdad, nos ha costado un poco de trabajo, pero creo que somos borregos y se lo estamos demostrando a todos los que no creen en nosotros”, comentó.
También destacó la importancia de conciertos como El Cascanueces, y se alegró de poder vivir una experiencia como esta.
“La verdad nada más que agradecido con la orquesta, con el maestro Roberto porque es una oportunidad muy muy grande”, compartió el alumno.
Además, la respuesta del público y la emoción que provocan la música y el baile son otro elemento fundamental para eventos como este.
“Este ha sido uno de los días más importantes de mi vida, por todas las emociones que he vivido, por todo lo que se han entregado los músicos, por ver a gente tan talentosa en el escenario entregándose y por sentir a un público vibrante en el auditorio”, concluyó.
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