“Entré al Tec con la idea de encontrar el elixir de la eterna juventud, una utopía, pero yo entré con esa encomienda”.
Y es que desde su primer semestre de Ingeniería en Biotecnología Rogelio sabía que su campo de aplicación sería en la generación de productos dermatológicos.
“Lo puse en algo tangible y me enfoqué en la piel, tener una mejor textura, que se vea luminosa quitar manchas y lucir más jóven. Es un mercado con un crecimiento exponencial buenísimo”, afirmó.
Así fue como Rogelio Martínez Escareño, creo su marca de laboratorio especializado en nuevas tecnologías aplicadas en la dermocosmética, ROGMA.
El joven lagunero estudió en el Tecnológico de Monterrey, la mitad de su carrera en campus Laguna y la otra en campus Monterrey.
A dos años de su emprendimiento, Rogelio ha desarrollado cinco productos naturales, hipoalergénicos y dermatológicamente probados, “más del 90 por ciento de las fórmulas son de origen natural, son extractos biotecnológicos purificados”, destacó.
Entre sus creaciones se encuentran productos que permiten curar problemas en la piel, tales como el melasma, una enfermedad en la piel facial conocida como 'paño', así como arrugas, espinillas y la falta de firmeza cutánea en la cara.
“Desarrollé una tecnología que se le conoce como liposomas, introduzco el ingrediente activo en una burbuja lipídica por medio de ultrasonicación y esto hace que el mismo viaje desde la epidermis a la dermis y se mantenga activo por más tiempo”, detalló.
Afirmó que si bien sus productos contienen precursores químicos sólo son los necesarios para preservar la calidad del producto, “pero puedo decir orgullosamente que la mayoría de los ingredientes son de origen natural y veganos”.
El viaje del emprendimiento
Al egresar del Tecnológico de Monterrey Rogelio recuerda haber recibido una propuesta de trabajo, pero su meta siempre fue emprender con un laboratorio instalado por él mismo.
“Cuando me gradué tuve una oferta de trabajo en Estados Unidos, pero no era algo que me apasionara. Yo tengo una filosofía, de nada te sirve tener el conocimiento en papel sino lo aplicas. Yo soy de la idea de aplicar los conocimientos y monetizar de esto”.
Aunque Rogelio egresó hace dos años del Tec su emprendimiento lo empezó a trabajar desde meses antes, pero el proceso no fue sencillo.
“Batallé por el recurso económico, tenía ahorros, pero fui comprando las cosas y me fui quedando sin dinero, empecé por la mesa de acero inoxidable, los permisos de Cofepris, el registro de la marca”.
Sin embargo, aseguró que la experiencia de crear su laboratorio desde cero es una experiencia enriquecedora, “lo volvería a hacer mil veces porque aprendí muchísimo”.
Ahora con su emprendimiento no sólo cuenta con un laboratorio, sino con diferentes puntos de venta en consultorios y centros de distribución de productos orgánicos en diferentes partes del país.
Su formación en el Tec
“Si hubiera estudiado en otra universidad no tendría la visión global que tengo ahora”.
Así se refiere Rogelio a su experiencia en el Tec y a su emprendimiento novedoso.
Y es que dos experiencias internacionales lo convencieron de enfocar sus estudios de en un negocio relacionado con la cosmética.
Esas experiencias fueron un verano de clases en Estambul en la Universidad Işık y un invierno en Brno en la República Checa.
“Fue un antes y un después en mi vida, vi que había muchas oportunidades de negocios que yo no conocía. Ese verano fue de negocios, fue ampliar mi panorama y ver que no todo estaba hecho”, se refirió a su viaje a Turquía.
En República Checa se especializó en Business Management y Creatividad Económica, “me ayudó a aterrizar mejor mis ideas, a hacerlas tangibles y darme cuenta de que las empresas no empiezan con millones, que puedes empezar poco a poco”.
Es así como Rogelio asegura que su meta es seguir creciendo y generar empleos.
“Quiero expandirme, dar empleos y como dice David Noél (rector emérito del Tec) siento la necesidad de regresar la hipoteca social. El empleo es la única forma de ayudar a que México avance”, expresó.
A aquellos estudiantes que siguen pensando a qué dedicarse les extiende su ayuda a través de su experiencia, pero también los impulsa a no rendirse.
“No tengan miedo, pueden empezar su negocio y fracasar, todos estamos expuestos. El camino no será fácil, pero deben tener disciplina y un objetivo claro y crear el entorno para que eso pase”, finalizó.
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