“Cuando creemos que no podemos hacer nada por la comunidad estamos totalmente equivocados, hay muchas áreas de oportunidad. El conocimiento soluciona problemas”.
Es la reflexión que Cresc Alan Esquivel Machain realizó tras haber diseñado, programado y construido juguetes en beneficio de niños con autismo.
Alan, en conjunto con otros estudiantes de Ingeniería en Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey campus Laguna, pusieron su conocimiento en beneficio de dos asociaciones que atienden este trastorno, Sonrisa Azul Laguna A.C. y Mundo Mágico A.C., ambas ubicadas en la ciudad de Torreón.
Los alumnos entregaron 6 juguetes didácticos, tres por asociación, que ayudarán a estimular los sentidos y las habilidades motoras de los pacientes de estos organismos.
“El proceso fue muy interesante, primero teníamos que conocer a los niños para saber que aplicación podría ser más conveniente pensando en las capacidades y habilidades que tenían que desarrollar”, explicó el alumno.
“Una vez que hicimos una propuesta a la directora de la institución, se llevó a cabo el diseño electrónico, mecánico y de programación del juguete, se imprimieron circuitos, se programó un chip en la computadora, se hizo un diseño en 3D, se hizo realidad y funcionó”, detalló.
La idea de vincular la materia de Microcontroladores fue de su profesor, René Joaquín Díaz, quien anteriormente había realizado proyectos similares con niños con espina bífida o con alguna discapacidad.
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La vinculación se dio a través de Victoria Villarreal, encargada del área de Servicio Social del campus Laguna, quien no dudó en contactar a estas asociaciones.
“Buscamos esas áreas que se nos olvidan que existen y que nosotros con esfuerzo podemos apoyarlos”, afirmó el profesor de ingeniería, quien aseguró que los estudiantes no sólo viven una experiencia inigualable, sino que desarrollan habilidades para su formación.
“Desarrollaron el trabajo colaborativo y esto es importante para un ingeniero, también la autogestión, ellos buscaron información sobre el autismo, asimismo hicieron todo el diseño de los juguetes y tuvieron que llegar hasta este punto de presentarlos”, agregó.
JÓVENES DEL TEC SE INTERESAN POR LA INTEGRACIÓN
Para Graciela Ruvalcaba Rivera, quien está a cargo de la Cabina de Lenguaje y Comunicación en Mundo Mágico A.C., el trabajo realizado por los estudiantes habla de su compromiso con el bienestar de niñas y niños con autismo y de cómo, al igual que la asociación, buscan su integración.
“Los juguetes son de muchísimo valor emocional, llegan a nuestro corazón porque buscamos en cada niño su mejoría. Estamos muy orgullosos de la juventud que tenemos, todavía hay generaciones que se interesan por la integración”, expresó.
Graciela aseguró que los dispositivos serán de beneficio para los pacientes que requieren de trabajo sensorial.
“Tenemos desde niños con autismo severo que están desintegrados sensorialmente en su totalidad. Buscamos ir apoyándolos para que logren integrarse, primero su sensibilidad, sus sentidos a través del tacto, de la vista, del oído y gusto y todo eso lo vamos logrando con diferentes formas de trabajo”, detalló.
Yamilin Aracely Zamora Enríquez, estudiante de octavo semestre de Ingeniería en Mecatrónica; destacó el impacto de crear algo desde cero para llegar al beneficio de un menor con esta condición.
“La actividad me gustó mucho, estaría padre hacer más proyectos así, porque el hecho de ver que alguien se beneficie con lo que haces, tu permite aprender más y todo eso hace el proceso valga la pena”, afirmó.
Los estudiantes que participaron en este proyecto son, Cresc Alan Esquivel, Rodrigo Porras, Isaac Israel Guzmán, Diana Cecilia Flores, Pablo Torres y Yamilin Aracely Zamora.