Ella es Andrea Montuy, graduada de PrepaTec Irapuato y licenciada en ingeniería de alimentos por el Tec de Monterrey en Querétaro, diagnosticada con sordera profunda desde nacimiento.
En México son diagnosticados 694,451 personas con hipoacusia de acuerdo con cifras del censo de Población y vivienda, realizados por el INEGI 2019.
Es así como Andrea Montuy destaca como una mujer ejemplo en cuanto a su resiliencia y valentía por seguir adelante a pesar de las adversidades que una discapacidad auditiva representa y ella en entrevista para CONECTA, nos cuenta su historia:
Andrea Montuy desde sus primeros años acudió a una escuela especial en donde pudo desarrollar sus habilidades del habla, la escritura y lectura.
“Yo no sé lenguaje de señas porque en su momento vimos que estaba muy limitado a que yo pudiera comunicarme con las personas, es por eso qué mi papá les pidió a mis profesoras que me enseñaran a hablar de una forma que pudiera entender a los demás y fue así como aprendí a leer labios”.
Ella comenta como veía a los niños desde muy chiquitos aprender estas habilidades y como ella bajo su condición fue muy diferente y retadora pero que la hizo recibir todo el apoyo de su familia.
Escuchar por primera vez
Andrea Montuy comenta como su mamá estaba terminando la carrera de medicina cuando decidió especializarse en audiología para ayudarla a salir adelante, cuando descubre un estudio de implante coclear para niños.
“El estudio estaba en periodo de prueba y recuerdo que me puse el aparato externo y no escuchaba nada, entonces me sometieron a cirugía para implante coclear y fue ahí cuando a mis 8 años pude escuchar por primera vez”
Sus principales pilares en su vida
Andrea Montuy comenta que la aceptación, la familia, la perseverancia y humildad han sido las piezas claves que le han permitido vencer sus limites y ser la persona quien es ahora.
“¿Quién diría que hoy, soy una empresaria que cuenta con un título de ingeniería en industrias alimentarias y que principalmente puede comunicarse?”
Andrea admite que su camino en la PrepaTec y graduarse del Tec de Monterrey fue muy retador, pero también afirma que sabía que solo era el principio de una vida próspera.
La comunicación, su reto más grande
Andrea comenta como después de identificar los sonidos por primera vez inicia el gran reto de poder comunicarse con los demás cuando fue transferida a una escuela primaria normal a los 10 años.
“Un fijo recordatorio era repetirme el no te rindas, esfuérzate por lo que quieres lograr, un gran apoyo fue mi hermano que me ayudo mucho a poder hacer amistades y a lograr comunicarme por mí misma”
Actualmente Andrea trabaja de manera independiente en procesos de calidad y cuidado alimentario y comparte como reflexión final su lema de vida:
“La vida me ha enseñado a no pensar tanto en el pasado, sino en aceptarlo y disfrutar del presente, la vida es muy corta y hay que luchar por lo que se quiere”
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