Imagínate llegar a tu primera clase de cómputo, y que el profesor del que todos hablan como un profesor ameno, tranquilo y buena onda es en realidad uno de los profesores más estrictos que has conocido.
En el primer día de su clase, “David Itesm”, como le dicen sus alumnos de PrepaTec Irapuato, da un discurso de reflexión con total seriedad, para que sus alumnos vean sus estudios en serio y reconsideren lo importante que es su educación.
Ya sea por el impacto que causa su “alter-ego” en su primer clase, o por su examen parcial que consiste en resolver un cubo de rubik. David es querido por todas las personas que alguna vez estuvieron en su salón.
Pero la realidad es, que David Cruz es un profesor ameno, simpático y relajado; el cual tiene mucha fama dentro de su campus.
LA HISTORIA DEL “FAMOSO EXAMEN DEL CUBO DE RUBIK”
Algo que le da gran fama al profesor, es que el primer examen parcial de su curso, consiste en resolver un cubo de rubik 3x3 en un tiempo específico.
La razón de esto, es que como profesor, David pudo comprender las habilidades y competencias que debían desarrollar los alumnos dentro de su clase, los cuales eran.
- Aprender a hacer un análisis.
- Aprender a plantear un análisis.
- Ejecutar una serie de pasos ordenados.
- Volver a analizar el problema.
“Y este cubo, tiene justamente eso; no hay manera de resolverlo sin seguir una serie de pasos ordenados, sin antes plantearse un análisis, y ser capaz de volver a analizar el problema en cuanto suceda un error”.
QUÉ LO DIFERENCIA DE OTROS PROFESORES
“Yo diría que un diferenciador es que trato a los alumnos con el mismo respeto que espero de ellos”, comparte David en entrevista CONECTA.
David trata con igualdad a todos sus alumnos, porque le da la oportunidad de plasmar esa visión de: “Tú estás al lado mío. Ni por debajo de mí, ni por encima de mí”.
“El ser profesor no significa que me debes de respetar, el respeto se gana”, destacó.
Cuando recién se enteró que era uno de los profesores más queridos en la PrepaTec, David se sorprendió, no esperaba que tuviera ese impacto en tantos alumnos.
“Me comprometió más al saber esto, digo, claro que primero me llegó el ‘que padre’ no?, pero luego me llegó el ‘ah, caray’, ahora tengo que mantener esa línea”.
“Trato a los alumnos con el mismo respeto que espero de ellos, el ser profesor no significa que me debes de respetar, el respeto se gana”.
La habilidad que los estudiantes desarrollan al momento de aprender a armar un cubo de rubik, son las que pide la materia de pensamiento lógico computacional.
Por eso es que David sigue aplicando este estilo de evaluación.
¿Pero, cómo decide el profesor si un alumno sacó 70 u 80?
David divide el cubo en 3 capas, cada capa teniendo un valor específico, y decide evaluar en qué tan lejos llegaron los alumnos en el tiempo que corresponde al examen.
QUÉ QUIERE LOGRAR EN SUS ALUMNOS
“Lo que yo más quiero es que no se permitan ustedes mismos no llegar a una meta”, comparte a sus alumnos.
David, desde el primer día de su clase, trata que todos sus alumnos aprendan a no desistir, y a no abandonar sus metas.
Algo que suele destacarlo como profesor, es que muchas veces evalúa el esfuerzo que hace el estudiante, más que el resultado.
David considera que en su clase de programación, si es “literalmente una coma (,)” lo que define que el código de programación falle, entonces el calificará la voluntad con la cual el alumno desarrolló su programa.
“Quiero que se equivoquen, que aprendan a equivocarse, que puedan aprender de esos errores y que aprendan a enfrentar esos retos”, dice.
David ahora mismo sigue dando clases en la PrepaTec en Irapuato, a punto de cumplir sus 10 años como profesor, dejando marca en las generaciones que alguna vez pasaron por su salón de clases.
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