¡Desde Bolivia a campus Hidalgo para cumplir su sueño!

Sus sueños de estudiar en el Tec, hacen que Juan Pablo Arroyo deje su país natal, Bolivia, y llegue a México para postularse a una beca.

“Yo quería estudiar sí o sí en el Tec, lo ubicaba por el ranking de universidades, pláticas que recibí y porque es una gran referencia en América Latina, es así como me postulé a una beca y ahí comenzó todo”, comparte Juan Pablo Arroyo, EXATEC de la Licenciatura en Contaduría Pública y Finanzas en campus Hidalgo. 

Juan Pablo comenta que vivió en La Paz, Bolivia hasta los 18 años que se graduó, durante este tiempo menciona que su infancia fue muy divertida, jugaba con amigos de la misma cuadra al fútbol y las escondidas.

Desde 2012 a 2015 colaboró en un cuerpo de baile que hacía presentaciones con el fin de recaudar dinero para causas sociales, mismo que lo llevó a fundar en 2014, a los 15 años, Interact Club La Paz.

“Me eligieron como representante de los 12 clubes que estaban en todo Bolivia, hacíamos actividades de servicio social, proyectos de limpieza, recaudaciones de dinero, juguetes o lo que necesitara alguna comunidad”, señala Arroyo. 

¡El Tec! Un impulso para vivir en México

“Amo México por todas las oportunidades que me ha dado”, resalta. 

Juan Pablo nos cuenta que llegó a México cuando iba en tercero de primaria, ya que a sus papás les surgió una oportunidad de trabajo en el país. Así conocieron Pachuca, Hidalgo; encontrando la ciudad muy tranquila y segura.

“Me lancé un 26 de noviembre del 2016 a México y cuando llegué ni siquiera estaba admitido en el Tec, tuve mi prueba de aptitud académica a la semana, justo el día de mi graduación en Bolivia y decidí faltar para hacer mi examen”, recuerda.  

Arroyo se postuló para la Beca de Talento Académico, donde recibiría respuesta 3 meses después, por lo que decidió quedarse en México y al no estar estudiando, aplicó para ser profesor de inglés para niños en la Universidad Autónoma del Estado (UAEH); en este trabajo duró 4 años. 

Pasados los 3 meses le notificaron que había recibido el 70% de beca, y fue así como se quedó a estudiar en México.

Desde 2012 a 2015 colaboró en un cuerpo de baile que hacía presentaciones con el fin de recaudar dinero para causas sociales, mismo que lo llevó a fundar en 2014, a los 15 años, Interact Club La Paz.

Desarrollo profesional en campus Hidalgo

“Mi desarrollo en campus Hidalgo fue muy integral, pude tener experiencia educativa y profesional”, señala. 

Juan Pablo comenzó formando parte de deportes en el gimnasio y como staff en Grupos Estudiantiles y Arte y Cultura, más tarde, fue embajador por 2 años.

“Una de mis grandes motivaciones es mi papá y fue gracias al programa Embajadores que pude cumplir uno de sus sueños, al hacer un curso de liderazgo en Harvard. Para mí fue un gran logro el poder darle esa alegría, ya que fue algo a lo que él siempre aspiró”, destaca. 

Asimismo, colaboró en el proyecto Crecemos Leyendo para convertirlo a un formato virtual, llevando el proyecto a nivel nacional entre diferentes campus, en el que participaron 1200 estudiantes. 

Posteriormente, el Centro de Vinculación y Desarrollo Profesional de LiFE le dio la oportunidad de mejorar su currículum, y se postuló para realizar prácticas con el EXATEC fundador de grupo GOCA.

“Campus Hidalgo me abrió las puertas a pensar en grande y ver los problemas como retos para poder mejorar gracias a la atención, acompañada con mentores buenísimos”, puntualiza Arroyo. 

Señala que dentro de los retos a los que se enfrentó se encuentran haberse adaptado a la forma de trabajo en México, al modelo educativo, encontrar una nueva familia, escoger su carrera y estar lejos de casa.
 

Desarrollo laboral en la empresa MARS

Juan Pablo comparte que desde que estuvo en el Tec desarrolló las ventas, logrando el sold out de eventos como México Trasciende, eventos de Grupos Estudiantiles y su labor como embajador. 

Actualmente, es analista de mayoreo y coordinador en el área de ventas dentro de la empresa de dulces y alimento para mascotas MARS, realizando proyectos enfocados a la demanda y análisis de data para encontrar áreas de oportunidad de venta.

“Yo proporciono las herramientas para planificar mejor, haciendo un análisis de ventas para mejorar las mismas”, explica Arroyo. 

Comenzó formando parte de deportes en el gimnasio y como staff en Grupos Estudiantiles y Arte y Cultura, más tarde, fue embajador por 2 años.

Nos comenta que llegó a trabajar a MARS gracias a un correo del Tec, que invitaba a los estudiantes a postularse para un programa llamado Mars Sales Leadership Experience (MSLE).

“Vi que era un programa de desarrollo en ventas acelerado y me postulé. Fui pasando las etapas, al principio entramos alrededor de mil personas, tomé una entrevista, grabé videos y me avisaron que había quedado entre los primeros 22, de los cuales quedamos 6”, puntualiza.

Es así como comienza a trabajar para MARS en agosto de 2021. 

El EXATEC nos comparte que lo que más le gusta de su trabajo es la cultura, ya que es muy abierta y siempre ha tenido apoyo de todas las áreas y todos los niveles, además, puede llevar a su mascota al trabajo. 

Por otro lado, señala que el manejo de ambigüedad es uno de los desafíos que se le han presentado, ya que le proporcionan un objetivo en una frase, y su reto es ir pensando cómo llegar a este, enfrentando las diferentes fases y superando los momentos de frustración.

Juan Pablo a futuro 

El EXATEC comparte que gracias al programa MSLE, sabe que permanecerá en México por los siguientes 4 años, y su objetivo es pasar cada uno de los roles que le asignen, para que al terminar pueda ser mánager en ventas.

“Yo he visto como hay 200 o 300 alumnos a 6 mil kilómetros del Tec que están deseando estar en donde tú estás parado ahorita, y que si tienes la oportunidad de estar ahí, agradécela mucho”, resalta Juan Pablo. 

Finalmente, recomienda a los estudiantes que traten de explotar su escuela en todo, no solo en las diferentes áreas que tiene, sino también a los profesores, pero, sobre todo, que vivan el Tec y lo disfruten, porque la experiencia es muy rápida.

“Si me hubieran dicho hace 5 años que iba a estar trabajando en MARS con chocolates, que es lo que más me gusta, yo no me lo creería y todo eso fue gracias al Tec”, finaliza.

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