Elizabeth Carranza* I Opinión I Profesora del área de Humanidades del Tec de Monterrey
Escribir sobre el Día de la Madre me hace querer hablar de muchas cosas más allá de las flores y la felicitación. También, al no ser mamá, me preocupa caer en clichés o asumir cosas que se quedan fuera de mi comprensión.
Sin embargo, quise aprovechar para hablar un poco de las mamás en el mundo laboral -desde mi perspectiva de observadora – y de lo que podemos aprender de nuestras colegas que se avientan ese “súper trabajo” doble.
Hay muchas cosas que les admiro a mis compañeras que son mamás y, desde mi posición externa, me parece que desarrollan muchas habilidades impresionantes, ese sexto sentido que le llaman.
Esa habilidad que tienen para organizarse
Están acostumbradas a tener varias actividades presentes, porque les toca el trabajo de la casa y el de la oficina, y aunque no lleven precisamente una agenda o calendario, tienen algún sistema para recordar:
· Cuándo es la siguiente junta,
· A qué hora tienen cita con el pediatra,
· Cuándo se entrega el proyecto mensual,
· Qué día es el pago de la luz,
· Cuándo se paga la tarjeta y
· Qué le toca mandarles de comer a sus hijos al kínder.
La sensibilidad ante las situaciones delicadas
A mí me da la sensación de que desarrollan mucho la inteligencia emocional. Al platicar con una amiga, me comentaba: “Se nos hace más blandito el corazón porque vemos las cosas desde otra perspectiva…
Si antes era el calentamiento global está horrible y hace mucho calor, ahora es imagina cuántos osos polares bebés se mueren porque no tienen comida y el mundo tan triste que les va a tocar a los niños”.
De alguna forma, logran separarse de los problemas y ver el lado más humano de las cosas.
Por ejemplo, cuando siento que algo o alguien va a acabar con mi paciencia en el trabajo, mis compañeras mamás siempre me ayudan a ver todas las perspectivas y elegir la decisión más amable.
El multitasking
Si bien, las mujeres tenemos fama de poder hacer varias cosas a la vez, agregarle a las responsabilidades usuales la crianza de hijos y el cuidado de la casa, me parece que potencia la situación.
Es complicado hablar de las habilidades de una mamá que trabaja, parece no haber límites en la capacidad de responder correos, aconsejar a la compañera que se impacienta con un cliente y apuntar los deberes de la casa, todo al mismo tiempo.
Equilibrar lo más posible la vida personal y profesional, y siempre en ese importante orden
Ya sé que los que no tenemos hijos también queremos ese balance, pero yo a veces me sorprendo de poder escribir, leer, comer adecuadamente, hacer ejercicio y terminar mi trabajo en el mismo día.
Ahora imagino además el anhelo por regresar a ver las sonrisitas traviesas de quien probablemente pintó la pared o tienen dudas con la tarea de matemáticas.
Principalmente, me gustaría hablar del trabajo que hacen para balancear todo, porque ser madre ya es de por sí un trabajo de tiempo completo. No 8 horas por 6 días a la semana, sino 24/7 sin vacaciones, ni asuetos.
Las que además trabajan, no obtienen ningún permiso, siguen atendiendo el ser mamás siempre.
A eso, agreguemos que en la mayoría de los casos, el sistema laboral en México no las apoya con una infraestructura muy flexible, la sociedad les exige que sean buenas madres y que ellas mismas se exijan serlo.
Estas situaciones me hacen cuestionarme la viabilidad de ser mamá en un ambiente profesional, por lo cual me parece que es admirable para las mujeres que sí se animan con todo y todo.
Como siempre que pienso en la maternidad, el hecho de que sea algo que no vaya a practicar, no cambia el respeto que siento por todas las mujeres que eligen ese trabajo de tiempo completo y lo hacen con todo su cariño y dedicación.
Mi felicitación para ellas en este día, y todos los demás, mi más grande admiración y reconocimiento, espero que los retos sean cada vez menos gracias al apoyo de las empresas y de todos los que formamos parte de la sociedad.
Elizabeth Carranza*
Estudió la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (LCC). Es Especialista de Relaciones Públicas de la Dirección de Relaciones Institucionales de la Vicepresidencia de la Región Occidente.
Además, es profesora del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de PrepaTec, en el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara.
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