Contribuir al control de la obesidad infantil por medio de suplementos postbióticos creados a partir de residuos orgánicos es la meta de la investigación que realiza el grupo “Food&Biotech”, integrado por profesores y 10 estudiantes del Tec Guadalajara.
La investigación presenta una alternativa a los suplementos existentes en el mercado. Es liderado por el profesor Tomás García, del campus Guadalajara, y 10 estudiantes de Ingeniería en Biotecnología (IBT) y del posgrado en Biotecnología de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) del Tec.
“Evitamos que se tire el lactosuero, que es un residuo de la industria láctea y lo aprovechamos para hacer preparaciones inanimadas de microorganismos. Así obtenemos preparaciones postbióticas con potencial funcional para mejorar la salud de niños con obesidad”, detalló García.
A través del consumo de este suplemento se espera moderar algunos efectos de la obesidad como la disbiosis (desbalance de la microbiota que afecta la calidad y cantidad de nuestros microorganismos intestinales) y la activación de citocinas inflamatorias (moléculas involucradas en las reacciones inflamatorias).
Postbiótico, un nuevo concepto
El término postbiótico es el nuevo nombre empleado en el mundo de la investigación para designar a los microorganismos muertos inactivados que confieren un beneficio a la salud.
Así lo explicó Gabriel Vinderola, consultor del proyecto y actual miembro del cuerpo de directores de la International Scientific Association of Probiotics and Prebiotics (ISAPP), en su visita al Tec Guadalajara para la conferencia “Postbióticos, el poder de los muertos”.
Vinderola enumeró algunas ventajas tecnológicas de los postibióticos en comparación con los probióticos (microorganismos vivos que en cantidades adecuadas proporcionan un beneficio a la salud):
- Estabilidad a largo plazo
- Es útil en lugares sin cadena de frío
- Es factible agregarlo a alimentos dónde un probiótico no podría estar.
"El término postbiótico se deriva de post, que significa después, y bios, que hace referencia a la vida; es decir, 'después de la vida'”, agregó Vinderola.
Proyecto de alto valor agregado
“Es interesante dar a conocer este concepto y qué aplicaciones tiene desde el punto de vista farmacéutico y alimentario, y lo que puede ofrecer la vía de la inactivación”, señaló Tomás García.
El término inactivación consiste en la aplicación de tecnologías térmicas o no térmicas que inactiven o maten al microorganismo. En el proyecto se utilizan diversos métodos de inactivación como:
- Pasteurización
- Esterilización
- Tecnología de ultrasonido.
El grupo investigador identificó 2 grandes problemáticas en Jalisco. Una, la gran cantidad de residuos que genera la industria quesera y, en segundo lugar, el crecimiento en el índice de obesidad y malnutrición infantil.
Esto los llevó a desarrollar esta alternativa de preparación postbiótica, con la finalidad de generar una solución que atacara a ambas problemáticas simultáneamente.
“Con este proyecto atacamos dos problemáticas de la población; evitamos que se tire un residuo alimenticio”.- Tomás García.
García precisó que el proyecto también propone una bioeconomía circular, al reutilizar residuos, pues toma un subproducto líquido de la industria quesera y lo convierte en un producto alimenticio de alto valor agregado.
A través del consumo de este suplemento se espera moderar algunos efectos de la obesidad como la disbiosis (desbalance de la microbiota que afecta la calidad y cantidad de nuestros microorganismos intestinales) y la activación de citocinas inflamatorias (moléculas involucradas en las reacciones inflamatorias).
Futuro del proyecto
Food&Biotech se convirtió en uno de los beneficiados en 2022 por el programa del Tec de Monterrey “Challenge-Based Research Funding Program”.
Esto les brindó financiamiento para la innovación y desarrollo del suplemento postbiótico y los ha impulsado para cumplir con su objetivo de contribuir a la reducción de la obesidad infantil.
A un año de su inicio, han empezado a trabajar en la validación a nivel in vitro, con el fin de determinar los beneficios que tienen estas preparaciones.
Asimismo, se espera que este proyecto progrese para generar estas preparaciones en gran cantidad y en formatos que atraigan al consumidor y validarlos con estudios clínicos, para definir las dosis concretas recomendadas para el prototipo de la preparación postbiótica.
“Con este proyecto atacamos dos problemáticas de la población; evitamos que se tire un residuo alimenticio que se produce en Jalisco y que ayude a controlar la obesidad infantil”, concluyó Tomás García.
La propuesta continúa en etapa de investigación y actualmente buscan nuevos financiamientos para que el proyecto avance y que en un futuro este producto sea una realidad en el mercado.
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